Una ventana abierta a la realidad del Sáhara en el Torrente

FERROL CIUDAD

ANGEL MANSO

Lucas Blanco inaugura hoy la muestra «Exiliados en la arena», con imágenes de los refugiados de Tinduf

16 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy. Centro Torrente Ballester. 20.00 horas

El naronés Lucas Blanco vive entre dos realidades muy diferentes. Durante los días laborables trabaja en el polideportivo de A Malata, pero en cuanto llegan las vacaciones se cuelga la cámara al hombro y se dedica a recorrer el mundo para denunciar las injusticias a golpe de un click. «La fotografía es el medio que tengo para cooperar con quienes más lo necesitan. Es algo que me llena muchísimo, cada día más... Y me hace muy feliz», dice sin atisbo de duda.

Ese espíritu inconformista y luchador fue lo que le llevó a viajar en dos ocasiones a los campamentos de refugiados saharauis de la provincia de Tinduf, en Argelia. La primera vez en el 2014. Y la segunda, el año pasado. Aquellas dos visitas cambiaron por completo su visión del pueblo saharaui.

«Como la mayoría de la gente, antes de viajar allí pensaba que el principal problema de los refugiados era la falta de agua, pero eso es solo la punta del iceberg», comenta este fotógrafo freelance con alma de aventurero. Una vez con los pies sobre el terreno, Blanco se topó con una realidad impactante. Le sorprendió que los niños tuviesen que tomar sobres contra la desnutrición, que no hubiese médicos ni medicamentos, pero, sobre todo, la falta absoluta de derechos.   

Aquello le golpeó y fue así como nació Exiliados en la arena, la exposición de fotografías que esta tarde inaugura en el Torrente Ballester. Son casi una treintena de imágenes con las que Lucas Blanco quiere abrir una «ventana» a la realidad del Sáhara, a esa que, según denuncia, no acapara las portadas de las periódicos, ni tampoco los informativos de la televisión.

«Detras de cada una de esas fotografías hay una historia», advierte el fotógrafo, al tiempo que reivindica una mayor atención mediática a la situación de los saharauis de Tinduf.

«Si no sabes nada del problema, no puedes hacer nada, pero si estás informado y eres consciente de lo que ocurre allí, no puedes mirar hacia otro lado. Hay que pelear», dice muy combativo. Y, en su caso, el «arma» que le sirve para batallar es su cámara. Pero también la escritura, como lo demostró recientemente con la publicación de Corazón negro, un libro escrito al alimón con la poeta Mar Herrera y en el que la fotografía comparte protagonismo con los versos y la narración. Esta tarde, coincidiendo con la inauguración de Exiliados en la arena, Lucas aprovechará la ocasión para hablar de su libro, «como Paco Umbral» y, ya de paso, arañar ayudas para la causa. Y es que parte de los beneficios de la recaudación por la venta del libro se destinarán al proyecto Bubisher para la construcción de bibliotecas en el Sáhara.