La declaración como bien de interés cultural forzó la redacción del plan especial
11 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Ferrol Vello sopló ayer sus primeras cinco velas como bien de interés cultural. O lo que es lo mismo, con la máxima protección a nivel gallego para un conjunto histórico del que hace un lustro se reconoció, no sin esfuerzo, su valor. Pero desde aquel 10 de febrero del 2011 pocas cosas han cambiado. La declaración de BIC apenas supuso avances en la rehabilitación. Y sobre el terreno, solo ha ganado en vallas que cercan sus ruinas más prominentes, las que se concentran en el eje de Carmen Curuxeiras con Merced y Benito Vicetto.
El BIC prometía mayores ayudas, pero también impuso que todas las licencias solicitadas debían pasar previamente por Patrimonio, lo que en la práctica dilató los tiempos. E impidió que durante este tiempo se ejecutasen obras que alterasen los volúmenes, uniesen parcelas o modificasen alineaciones.
Pero con este quinto cumpleaños llegó al barrio el avance más esperado: la entrada en vigor de un plan especial -lo hizo a finales de enero- que ofrece mayor seguridad jurídica a quienes quieran mejorar sus viviendas, con criterios sobre el papel, la posibilidad de unir fincas colindantes -hasta un máximo de 12 metros- y de ejecutar obras que modifiquen volúmenes. Y que prevé la recuperación del barrio a doce años con la inversión de 19,2 millones de euros. El plan especial era un requisito derivado del BIC. «Espero que sea algo que anime a la gente a rehabilitar y a venir a vivir al barrio», deseaba ayer la presidenta vecinal, Maite Fernández.
la declaración forzó la redacción del plan especial