Estamos a las puertas del Carnaval pero no está de más recordar que faltan menos de dos meses para que llegue la Semana Santa. Sí, esa época en la que Ferrol recibe a decenas de miles de personas, en la que en poco más de siete días la ciudad se convierte en uno de los principales referentes turísticos del norte del país. Y en las oficinas de turismo del municipio tienen claro lo que los visitantes quieren ver, porque así lo demandan, una información que debería ser utilizada desde el gobierno local para preparar al menos aquellos lugares sobre los que tienen competencia para que muestren su mejor cara. Porque no sería de recibo que el castillo de San Felipe, uno de los principales atractivos turísticos que tiene Ferrol, vuelva a recibir a los visitantes con la maleza asomando por todas partes, urinarios sin puertas y vallas amarillas salpicadas por distintos sitios. Que está bien que sean necesarias por motivos de seguridad, pero desde el Concello se anunciaron unas obras de urgencia para lavarle la cara a la fortaleza de las que aún no sabemos nada.
Las oficinas de turismo constatan ya el creciente interés de los que nos visitan por disfrutar del arte urbano de las Meninas de Canido. ¿No sería bien fácil propiciar que los que llegan a la ciudad puedan encontrarlas con una adecuada señalización de cómo acceder al barrio y también de donde encontrar tan singulares obras? ¿Y hacer extensiva a toda la Semana Santa la ruta de la construcción naval, que no se celebró inexplicablemente en Navidad? Son pequeñas decisiones que sin duda contribuirán a mejorar el potencial turístico de Ferrol.