Javi Gómez Noya, pentacampeón del mundo de triatlón, alabó el gran trabajo realizado de los periodistas de La Voz Paulo Alonso y Antón Bruquetas
11 dic 2015 . Actualizado a las 23:31 h.«Era una vida por contar, un caramelo para cualquier persona con inquietud por contar historias», significó Paulo Alonso, quien junto a Antón Bruquetas, ambos periodistas de La Voz de Galicia, escribió A Pulso, un libro excepcional que relata las vivencias del triatleta ferrolano Javier Gómez Noya, pentacampeón del mundo de triatlón, medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres y tres veces campeón de Europa: «Lo de Javier Gómez Noya es una vida de superación y esfuerzo», destacó ayer Paulo Alonso en la presentación del libro, un acto al que acudió el propio triatleta, aunque quien no pudo acudir, por un problema personal, fue Antón Bruquetas.
Paulo Alonso relató las horas y horas de conversaciones con el triatleta en busca no solo de la faceta deportiva, sino también para sacar a la luz todo lo que había detrás, la persona, el niño que se tuvo que enfrentar a tantas dificultades, siendo tan joven, que tuvo que pelear por su libertad y derecho a competir para demostrar que no era un loco, que le asistía la razón. El resto era más fácil, era resaltar al deportista, el mejor triatleta de todos los tiempos», dijo.
Paulo agradeció la ayuda de los que forman el equipo de Javi Gómez Noya, así como de otros deportistas, algunos rivales directos, que también hablaron sobre el ferrolano: «En este libro -relata el escritor- tratamos de meter al lector en la mente de Javi Gómez Noya, en lo que es una carrera contada muy al detalle y que en cada capítulo se dan saltos hacia atrás hacia distintos episodios de su vida. Es un libro biográfico aunque de una persona a la que le quedan muchas páginas por escribir y con un montón de carreras».
Los valores que representa Javi, su forma de entender el deporte, también se ven reflejados en este volumen: «Presentamos a acérrimos rivales que hablan sobre él. De hecho, los hermanos Alistair y Jonathan Brownlee lo comparan con Roger Federer, creo que con eso ya está todo dicho», indicó.
Javi Gómez Noya, que acudió a la presentación, habló de un sueño hecho realidad: «Presentar este libro en Ferrol en un placer especial para mí, muchos de los pasajes se circunscriben en esta ciudad, que es donde yo crecí y me desarrollé como deportista y como persona. Este libro es algo que yo tenía en mente desde hace tiempo, aunque no sabía cómo hacerlo. Sabía que para que alguien lo escribiera, tenía que ser una persona en la que yo confiase plenamente. Agradezco a Pablo y Antón su trabajo, ya que han hecho un libro excelente», comentó.
Añadió que A Pulso «es un sueño hecho realidad; tener un libro de esta calidad, ver mi vida deportiva plasmada en estas páginas...». «La gente -añadió- podrá saber cómo he llegado hasta donde ahora estoy, los problemas que he tenido que superar y los obstáculos que romper, la gente que me ayudó y los que me dieron la espalda. El resultado me ha gustado mucho, me sorprende la repercusión que ha tenido y hay gente que me pregunta cuándo sale en inglés», dijo.
El ser humano y el deportista
Javi Gómez Noya se brindó a contestar las preguntas de las cerca de 300 personas que abarrotaron el salón de actos del Campus Universitario de Esteiro. Entre los asistentes fueron muchos los que destacaron que este libro había servido a mucha gente para conocer al gran ser humano que hay detrás del deportista, su titánica lucha por hacer el deporte que le gustaba, ya que los éxitos deportivos eran sobradamente conocidos.
Javi aseguró que este libro no es un puntos final, que queda mucha historia por escribir: «Yo me sigo marcando objetivos, ahí están los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y yo espero volverme a sentar, ya más adelante, con Paulo y con Antón para seguir escribiendo cosas y alargando el libro», destacó.
Aseguró que ni en los peores momentos le había pasado por la cabeza tirar la toalla pero sí que hubo momentos en los que vio el futuro muy negro. Aseguró que de aquella etapa oscura nadie le pidió disculpas y «tampoco las espero», dijo.