Policía y Guardia Civil se han coordinado para descubrir a los ladrones
28 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El repunte de robos en barcos y casas experimentado en los últimos días en la comarca ha puesto en jaque a los cuerpos y fuerzas de seguridad, que están trabajando de forma coordinada para tratar de identificar a los ladrones y proceder a su detención. El último asalto se produjo en la madrugada de ayer en los pantalanes de Barallobre, en el municipio de Fene ,y se vieron afectadas una veintena de embarcaciones, que sufrieron daños de consideración y pérdidas de equipos.
La noche del jueves al viernes fue la tercera consecutiva con incursiones de los amigos de lo ajeno en las instalaciones portuarias de la ría de Ferrol. Así, el primer saqueo se produjo en el muelle de Mugardos, con 22 embarcaciones afectadas, la noche siguiente le tocó el turno al de A Graña, con una docena de barcos con desperfectos, y ayer fue en Barallobre, con otra veintena de lanchas.
Si en los dos primeros casos se atacó únicamente a embarcaciones deportivas, en los muelles de Fene también resultaron dañadas lanchas de trabajadores del mar e incluso se forzó la puerta del recinto en el que se guarda la de la Cofradía de Barallobre.
Según los responsables de la citada entidad, los asaltantes desmontaron piezas en diferentes barcos, pero, en el caso de los motores, solo se llevaron los de menos potencia. También soltaron algunas embarcaciones y las dejaron a la deriva, e incluso intercambiaron el combustible de una para otra, que finalmente se cree que no pudieron poner en marcha.
Tres sospechosos
Un pescador aseguró haberse cruzado a primeras horas de la mañana con tres personas a bordo de una lancha con amarre en Barallobre que después apareció abandonada en A Gándara, conteniendo el motor de otra en su interior. Todos estos hechos están siendo investigados por la Guardia Civil, que está trabajando de forma coordinada con el Cuerpo Nacional de Policía, a la que compete la averiguación de los hechos ocurridos en A Graña, dentro del término de Ferrol.
Fuentes de la investigación aseguran que se baraja la hipótesis de que los ladrones sean vecinos de los municipios de la ría de Ferrol, que buscan objetos concretos para su posterior venta a personas conocidas, a través de anuncios en la red o bien en el mercado negro. De ahí que procedan a desmontar las embarcaciones, para quedarse únicamente con lo que tenga más salida.
Los afectados aseguran que, a pesar de que los efectos robados no sean en su mayoría de un gran valor, los daños que se están ocasionando sí lo son y en algunos casos superan los 4.000 euros por embarcación. De ahí que reclamen una mayor vigilancia sobre los muelles en los que amarran sus barcos.