27 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.
Puede que ya no haya nubarrones negros planeando sobre Navantia como llegó a afimar hace dos años el presidente de la SEPI, pero ni la empresa ni los representantes de los trabajadores discuten que el saneamiento de la compañía sigue siendo necesario. Sí difieren los discursos sobre cómo afrontarlo y las vías para obtenerlo. Es urgente un programa serio, de recorrido y que despeje definitivamente la viabilidad de la empresa.