Claudia Rojo, al mejor de Europa

D. A. B. FERROL

FERROL CIUDAD

Claudia Rojo, en una imagen de archivo en Ferrol
Claudia Rojo, en una imagen de archivo en Ferrol JOSÉ PARDO

La versátil deportista naronesa, que se encuentra becada en Kansas, abandona el Ría Ferrol para progresar dentro del potente Valencia Terra i Mar

25 nov 2015 . Actualizado a las 21:26 h.

El mejor club femenino español de todos los tiempos acaba de incorporar a una de las grandes atletas de la década en Ferrolterra. Claudia Rojo, que estudia Ingeniería Aeronáutica con una beca en la Universidad de Wichita State (Kansas), deja el Ría para fichar por el club más potente del Viejo Continente. A sus diferencias de los últimos tiempos con la directiva del club de A Malata -incluidas las trabas a la labor de su entrenador, José Antonio Paz Lobeiras, en la instalación municipal- se une la posibilidad de competir en las principales citas europeas.

Rojo, que se declara encantada con su adaptación en la Universidad de Wichita State y con su nuevo grupo de entrenamientos, dirigido por Steve Rainbolt, repite la planificación de las anteriores temporadas, con las competiciones de pruebas combinadas en exclusiva hasta la primavera y su prueba estrella de los 400 vallas cuando comiencen las competiciones al aire libre.

Rojo, que lamenta las trabas impuestas en el Ría a la labor con su entrenador, celebra la llegada al potente club levantino. «No puedo pedir nada mejor, estar en el mejor club de Europa es todo un honor. Sé que va a ser una genial experiencia con ellos y que me voy a sentir a gusto en el nuevo club. Tengo que decir que compartir el cambio con mi gran amiga Mar Chillón lo hace todavía más increíble. Estoy segura que va a ser un muy buen cambio para nosotras», comentó hace unos días a través de las redes sociales. Rojo se une a un club que ya fichó en Ferrol a otra prometedora atleta a finales del 2005, cuando incorporó a la velocista Begoña Garrido, que pasó allí siete campañas en dos etapas diferentes.

«Lo que más cuesta sin duda de estar tan lejos de casa es echar de menos a mi familia y amigos. No creo que sea malo, ya que seguro que me va a hacer madurar como persona, pero se agradecería que no hubiera un océano de por medio», indica Rojo, que en verano cumplió los 18 años.