Héroes bajo un techo de fuego

FERROL CIUDAD

Los policías nacionales que estaban de servicio rescataron a dos personas de un edificio anexo al incendiado en Canido

25 nov 2015 . Actualizado a las 15:51 h.

No hay plus en el mundo que cubra los riesgos de determinadas profesiones, como las de las fuerzas de seguridad, por ejemplo. Y es que en determinadas ocasiones, como ocurrió el pasado domingo en el incendio que se registró en una casa ruinosa de la calle Alegre, en Canido, la intervención de estos efectivos permite salvar vidas humanas.

Los integrantes de las dos patrullas de Seguridad Ciudadana del Cuerpo Nacional de Policía que esa jornada estaban de guardia no se lo pensaron dos veces y accedieron a la vivienda colindante, cuyo tejado ya estaba siendo afectado por las llamas, logrando poner a salvo a la pareja que residía en ella.

Fue cuestión de décimas de segundo, porque la intensa humareda que había en el interior del inmueble ya había provocado que la mujer se encontrase al borde del desmayo, por lo que tuvo que ser sacada en brazos, mientras que su compañero, que estaba en la planta baja, pudo salir por su propio pie.

La heroicidad de los agentes evitó, sin duda, una tragedia, porque los ocupantes del edificio anexo al incendiado no se habían percatado de lo que estaba ocurriendo y, según expertos en la materia, la intoxicación por humo se produce en apenas treinta segundos, sin dar opción a reaccionar.

La intervención fue presenciada por varios vecinos, entre los que se encontraba el juez decano de Ferrol, Javier Tudela Guerrero, quien, en esa condición de vecino, trasladó al comisario jefe de Ferrol-Narón, Ángel Jesús Casanova, su agradecimiento por el comportamiento de los policías. Este testigo de excepción refiere que cuando las llamas ya eran evidentes y se sucedían pequeñas explosiones en el edificio incendiado, los agentes establecieron un perímetro de seguridad y, al percatarse de la presencia de gente en el inmueble colindante, al unísono, salieron corriendo y entraron en la vivienda.

En opinión del juez decano, la mujer fue rescatada de un peligro cierto, porque ya presentaba cierto grado de incoherencia en su comportamiento.

No obstante, el mayor riesgo lo corrió un joven de origen senegalés que estaba en el interior del edificio en llamas y logró ponerse a salvo rompiendo los cristales y saltando desde una ventana del primer piso.

Los tres fueron asistidos por personal del 061 que se desplazó al lugar de los hechos, mientras los bomberos del parque municipal de A Gándara, en un amplio dispositivo, procedían a sofocar las llamas que amenazaban con propagarse a los inmuebles colindantes. Todo ocurrió cuando ya era de noche, con las dificultades que eso conlleva para intervención de este tipo.