La polémica sobre la financiación de la Semana Santa de Ferrol, que el jueves Concello y Cofradías dieron por zanjada, comenzó con las declaraciones de Jorge Suárez en Radiovoz unos días antes de tomar posesión. En lo que se interpretó como una declaración de intenciones de los nuevos tiempos en el Ayuntamiento, Suárez afirmó que no habría fondos municipales para la parte religiosa de la celebración con mayor respuesta popular en la ciudad. Más tarde modularía su posición y diría que en el 2016 se mantendrían los 75.000 euros del presupuesto de este año, pero implicando a todas las administraciones públicas. Y ahí comenzó el enredo, porque en realidad los fondos municipales con los que contó la Semana Santa sí fueron 75.000, pero sumados los 40.000 del convenio de la Xunta que ahora se quiere incorporar para alcanzar aquella cifra, la Fiesta de Interés Turístico Internacional dispuso de 115.000 euros, más la aportación de Diputación, que pagó los procesionarios. Con la solución ahora propuesta -en principio aceptada por la Junta- y aunque se firme un nuevo convenio con la Xunta por la misma cantidad que este año, en la práctica se pierde casi un 40% del presupuesto. Desde que Irisarri aumentase la aportación a 70.000 euros y la incrementase Rey Varela a 75.000, por primera vez el Concello (con FeC y PSOE) retira fondos a la Semana Santa.