Aprender de los errores

Nona Inés Vilariño FERROL

FERROL CIUDAD

06 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Es necesario reconocer los errores, propios y ajenos, para aprender de ellos. Los ajenos se reconocen con facilidad e, incluso, se magnifican para usarlos como arma arrojadiza. Lo difícil es hacerlo con los propios. Pero, cuando se ejerce un cargo público, aprender del error es una exigencia del buen y honesto ejercicio del gobierno. Esta reflexión nace de mi preocupación -como la de tantos ferrolanos- en relación con actuaciones municipales que han condicionado, y no para bien, el desarrollo de la ciudad (Los lectores no olvidan el esperpento del proceso de remodelación de la plaza de España) Por eso, una noticia: la supresión del aparcamiento de la plaza de Armas tras la anunciada remodelación, me inquieta profundamente. Porque hablé con muchos ferrolanos, entre ellos un nutrido grupo de pequeños y medianos comerciantes del centro histórico. Todos coinciden en valorar muy negativamente las consecuencias de la supresión de un aparcamiento de privilegiada situación que, además, puede ser compatible con una nueva ordenación urbanística de la zona y seguir ofreciendo un servicio muy necesario.

Es aconsejable consensuar el proyecto entre los grupos políticos. Pero, también, escuchar a los afectados. La decisión necesita un análisis riguroso de sus consecuencias. Salvo que, una vez más, el proyecto de ciudad se vaya articulando sobre las ocurrencias inconexas de los unos y los otros. Y, si al final no les gustan, se cambian, cuesten lo que cueste. Total, ¿nadie lo paga?.