El Ayuntamiento prevé mejorar el acceso y la señalización de las baterías
30 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Los dos costados de la ría de Ferrol están salpicados con fortificaciones militares que sirvieron para defender la ciudad hace algo más de dos siglos. Los castillos de San Felipe, La Palma y San Martín conformaban el eje principal de un conjunto de baterías de las que cada vez queda menos.
El paso de los años hizo mella en gran parte de los elementos que las conformaban y en los últimos años, tan solo la construcción del puerto exterior provocó la reconstrucción de la batería de Punta Viñas y la rehabilitación de la de Prioriño Chico. El castillo de San Martín y las fortificaciones de San Cristóbal y Cariño son las que peor se conservan y un alto porcentaje de su estructura sería imposible de reconstruir. Por otro lado, tiene un gran valor histórico el polvorín del Vispón, una edificación de las que no quedan muchas en España. El patrimonio se completa con las defensas exteriores de Doniños y San Jorge, las de menor valor histórico.
Aparte de San Felipe, el gobierno ferrolano «no tiene ningún plan preparado de intervención inmediata», tal y como explica Rosa Méndez, concejala de Medio Rural e Conservación do Patrimonio. Aún así, Méndez asegura que tiene «en cartera y en mente, mejorar el acceso y la señalización» e implantar «una ruta con información turística».
Por otro lado, la edila indica, en referencia al castillo de San Felipe, que es primordial «darle un uso» por que de esta manera «será más sencillo mantener las diferentes zonas». Uno de los fines que se le tiene previsto dar a una parte de la fortificación es el de cafetería. «Me gustaría que a San Felipe no solo fueran turistas, sino también gente de Ferrol a hacer cosas como tomar un café», señala Rosa Méndez. El gobierno pretende que el castillo se convierta en un lugar «atractivo».