El mes de agosto, junto con el de julio y las épocas de Semana Santa y Navidad, son las franjas clave para el sector marisquero de la ría de Ferrol, como en la práctica totalidad de la costa gallega. El incremento del consumo de marisco por la llegada de turistas y las diferentes celebraciones que salpican la zona hace que se trate de una época clave para sacar el máximo rendimiento al producto y mirar con más confianza al otoño y al arranque del invierno.
Este año, sin embargo, las cifras han sido malas. Y en el sector se da por hecho que los bajos ingresos son consecuencia de una alianza tácita entre intermediarios que está repercutiendo negativamente en los trabajadores y contra la que no se puede pelear.
Ahora habrá que esperar a ver cómo se desarrollan los meses de septiembre y octubre. Con la vista puesta, sobre todo, en el tiempo. Los mariscadores temen que la llegada de temporales merme las jornadas de faena que todavía quedan por delante antes de concluir el ejercicio y, sobre todo, la campaña navideña, otro de los puntos de referencia para las ventas en el sector.
El gremio en la ría de Ferrol, no obstante, continúa resistiendo y espera que la red de saneamiento permita reclasificar zonas productivas de C a B, con la que mejorará sus condiciones laborales. Pero para esto tampoco hay fechas claras aún.