La fractura en el socialismo ferrolano

Manuel Couce FERROL

FERROL CIUDAD

05 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

No me mueve otro interés que el partido de los socialistas de Ferrol vuelva a la normalidad, ya que por el camino que va últimamente está certificando una crisis enquistada entre la división del treinta por ciento y el resto de los afines militantes. Con ello, la dirección se está autoengañando y, al parecer, ni el mal resultado electoral les lleva a una reflexión seria con toda la asamblea sobre la política que vienen desarrollando en la ciudad, sacando a la luz los errores cometidos, como ese tubo de ensayo llamado candidatura, formado por un grupo que no respondió a las expectativas que siempre tuvo el partido socialista, pues estos fueron los peores resultados.

Dejando a un lado los perjuicios ideológicos que ese resultado acarrea, corresponde a Beatriz Sestayo, secretaria de la Agrupación, dejar de ser generadora de aventuras, pasar por alto los problemas y, atendiendo a su compromiso institucional desde el escaño municipal, tiene la obligación de ir a la raíz de un problema político doméstico grave que hay en su casa del pueblo y de la que ella es la primera responsable. Cuando anunció que iba a cubrir las bajas de su ejecutiva, algunos creímos que llegaba el momento de abrir el partido, hubo expectación, pero aquello resultó ser un brindis al sol, pues los que resultaron elegidos son músicos que tocan la partitura que ella elabora. Pues cambiar así es hacer que se hace algo.

Y así las cosas, este partido decano de Galicia, que tuvo musculatura suficiente para ganar elecciones y mantener en la Agrupación militantes con cargos importantes en el país, está resignado en la marginación, por errores de uno y de otro signo. En su haber solo cabe la reunión que tuvieron Jorge y Beatriz para facilitar el gobierno de la ciudad, aunque con alguno de los miembros de este gobierno sigue habiendo una distancia sideral con la socialdemocracia.

Pero como dijo un buen día mi amigo Paco Vázquez, el progresismo es siempre generoso con sus propias contradicciones. Y volviendo al tema, ahora que estamos en la gran canícula de julio habrá que preparar las elecciones al Congreso. O revalidan una de sus etapas brillantes del socialismo ferrolano o seguirán dejando cadáveres políticos desparramados por esta ciudad.