El colofón final del «¡sí se puede!»

Andrés Vellón, Rocío Pita FERROL

FERROL CIUDAD

Competición de aplausos en las intervenciones y sensibilidades dispares en las dos salas

14 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En el Concello de Ferrol se vivió ayer una ceremonia de investidura sin parafernalias ni fastos, en un ambiente cordial entre políticos y sin incidencias. Eso sí, las sensibilidades eran bien distintas, algo que quedó claro en diferentes aspectos.

Uno de ellos, por poner un ejemplo, fueron las indumentarias. En ellos, los trajes y corbatas del PP frente al estilo desenfadado de la izquierda, donde no faltaron los vaqueros ni las camisas por fuera del pantalón, como la del propio alcalde. Entre ellas, colorido y ropa sport por la izquierda y vestido más clásico con mucha chaqueta negra por la derecha. Y chaqueta con historia la que lució Suso Basterrechea, la misma con la que se casó en el año 97.

Horas antes de que se pudiesen ver esas estampas había ya colas en la entrada de la consistorial. Todo el mundo quería asegurarse un sitio. Entre los asistentes, muchas caras conocidas. El senador Juan Juncal, el presidente del Puerto, José Manuel Vilariño, o la viceportavoz autonómica de AGE y exedila del Concello de Ferrol, Yolanda Díaz. No quiso esta perderse la investidura y se mostró pródiga en efusivos saludos con todos sus antiguos compañeros de corporación.

La ceremonia en sí se vivió de manera desigual en el salón de plenos y en el de recepciones. En el primero estaban, fundamentalmente, los familiares de los integrantes de la corporación. El respeto fue la tónica durante todo el acto, pero se entabló una especie de curiosa competición de aplausos. A saber. Cada vez que un edil popular juraba su cargo arreciaban las palmas de un sector del público mientras quedaban silenciadas otras. Justo al revés que cuando hacían lo propio los ediles de izquierdas. Las grandes ovaciones se las llevaron el nuevo regidor, Jorge Suárez, y el que le ha precedido en el cargo, José Manuel Rey.

Eso en el salón de plenos. En el de recepciones, la cosa era bien distinta. Desde allí se podía seguir la sesión de investidura a través de varias pantallas. Y desde allí se festejó con sonoros aplausos y gritos de ánimo compactos la investidura de Suárez. Desde allí se acompañó con solemnidad el Himno Galego que interpretó la banda municipal y allí se puso el colofón con el «¡sí se puede, sí se puede!». La misma frase que entonaron los integrantes de Ferrol en Común ya concluida la ceremonia oficial en el salón de plenos, donde se reunieron y corearon el lema. También se recordó que «costou» llegar a la Alcaldía. Poco a poco, el palacio municipal se fue vaciando hasta cerrar puertas. Mañana volverán a abrirse. Arrancará el trabajo de la nueva corporación de Ferrol.