El premio Couso más mediático

Bea Abelairas
B. abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Jordi Évole llegó a Ferrol con el tiempo justo para la recepción en el Concello, pero hubo colas para hacerse fotos con él los pocos minutos que pisó la calle

27 may 2015 . Actualizado a las 17:36 h.

Jordi Évole rompe con el perfil de los ganadores del premio José Couso: nunca se ha jugado la vida. Él mismo lo reconoció en Ferrol al término de una comparecencia en la que, sin embargo, prometió luchar por la libertad de prensa ante los grupos de poder: «Tenemos que cambiar de táctica, tenemos que impedir que los partidos políticos nos marquen las agendas y sé que estoy diciendo esto desde una posición privilegiada, pero voy a seguir predicándolo hasta que pueda mantener esta posición de fuerza». Lo que es innegable es que el presentador de la Sexta es el premio Couso más mediático. Llegó con el tiempo justo a Ferrol para la recepción en el Concello, pero decenas de personas hicieron cola para pedirle un selfie, un beso o incluso hacerle una declaración romántica en toda regla: «Sigue así, eres el hombre perfecto», le dedicó una admiradora que logró colarse en el salón de la casa consistorial, donde el presidente del Colexio de Periodistas de Galicia, Xosé Manuel Pereiro, recordó las penurias del ganador del galardón en el 2005, el marroquí Ali Lmrabet. «Remata de cumprir unha condena de dez anos que lle impedía exercer a profesión e agora retíranlle o DNI e co iso a posibilidade de traballar».

Siro López, presidente del Clube de Prensa de Ferrol, recordó a Luis Mera y muchos de los programas de Évole, que dedicó sus primeras palabras a Couso mirando hacia Rafael y David Couso. El presentador confesó que alberga sentimientos contradictorios hacia este reconocimiento: «Es un honor enorme, pero me gustaría no tener que recibir premios así. Eso significaría que no habrían asesinado a nadie por hacer su trabajo». Y recordó a los diputados que aplaudieron la entrada del país en una guerra «injusta».

También hubo tiempo para la ironía con el alcalde, que recibió al reportero con un regalo: «Así empezó Camps», le espetó Évole. Poco después, en el acto oficial retomó las bromas hacia el regidor: «Eres el segundo Rey que abdica en un año». Usó la palabra «marea» para hablar del cambio de las elecciones y dejó claro que el momento actual tiene mucho que ver con las ruedas de prensa en las que solo hay una televisión de plasma. «Estas elecciones certifican el fracaso de políticas de lejanía a la ciudadanía, algo que nos afecta a los periodistas, porque a veces estamos demasiado lejos de la calle».

Y por eso animó a todos los compañeros de profesión a hacer su trabajo a pesar de las presiones: «Cada redactor debe convertir su mesa en una trinchera, en su Vietnam», según dijo. Aunque él reconoce que llegó a Salvados con el escudo que le dio la fama de ser el follonero, un personaje que le permitió dejar a atrás la precariedad laboral. «Las presiones me ponen cachondo», llegó a decir un reportero que se ha ganado la confianza del público. De hecho, ayer no pocos ciudadanos le buscaron para que sus problemas salgan en la tele.