La F-103 encara la recta final de los ejercicios antisubmarinos de la OTAN

FERROL CIUDAD

Dotación de la F-103 en unas maniobras con la OTAN en aguas del mar del Norte y mar de Noruega
Dotación de la F-103 en unas maniobras con la OTAN en aguas del mar del Norte y mar de Noruega cedida

La fragata regresará al Arsenal el día 19

12 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La fragata Blas de Lezo (F-103), con base en Ferrol, encara las últimas jornadas de su participación en los ejercicios antisubmarinos organizados por la OTAN en aguas del mar del Norte y mar de Noruega. La unidad zarpó del Arsenal el pasado 27 de abril y, si no se producen contratiempos, volverá a amarrar en sus instalaciones el 19 de este mes.

Las jornadas finales de las maniobras se están caracterizando por un incremento de la intensidad de la actividad, enfocada fundamentalmente a la práctica del ataque contra el arma submarina o la defensa ante la misma.

Desde la unidad se narra que el pasado día 8 se llegaba ya al ecuador de las maniobras.

En esa jornada, en concreto, detallan que «nuestro cometido principal ha sido, junto a nuestros compañeros de la agrupación, realizar dos tránsitos escoltando al buque cisterna de la Marina francesa Somme como unidad valiosa, navegando por aguas que se sabían de amenaza submarina. En ambos ejercicios los buques aprovechamos para poner en práctica distintas tácticas con el propósito de alcanzar el objetivo: que el tanker llegara a su destino sin ser atacado por el submarino».

También se ensayó cómo detectar y neutralizar a un submarino durante un tránsito que era conocido entre dos zonas.

La F-103 junto con otros dos buques que engrosan las maniobras contaron con la colaboración del helicóptero embarcado en la fragata ferrolana y los de las otras unidades que «ponen todos sus instrumentos de detección y su empeño en la consecución del objetivo marcado. Con el personal en alerta, se cantó por los diferentes circuitos contacto sónar, el submarino había sido detectado y la aparente tranquilidad se vuelve loco frenesí en los circuitos de coordinación con los primeros ataques marcados y torpedos en el agua».

En la rutina paralela del buque, el día transcurrió entre conferencias, charlas y adiestramientos internos, como por ejemplo el de primeros auxilios, «ya que nunca debemos olvidar que tanto en el buque como fuera nos podemos encontrar en situaciones en las que salvarle la vida a alguien dependerá de las primeras acciones que nosotros tomemos».