Las montañas de neumáticos de Fene y As Somozas ya han sido recicladas

a. f. c. FENE / LA VOZ

FENE

César Toimil

El 65 % de las 1.350 toneladas se ha transformado en energía y el resto se reutilizará

26 may 2017 . Actualizado a las 11:18 h.

En la finca de la antigua fábrica Rubber, en Fene, aún se percibe el rastro de los neumáticos que permanecieron apilados en la zona hasta que el vigilante, Julio Santos Rodríguez, dio la voz de alarma, hace poco más de un año, ante el temor a un incendio similar al ocurrido en el vertedero de Seseña, el mayor cementerio de neumáticos usados de España, devastado por las llamas en mayo del 2016.

Personal enviado por la Consellería de Medio Ambiente llenó hace días cuatro sacas con los pequeños trozos de material que quedaron esparcidos por el terreno -después de retirar la montaña de neumáticos, a comienzos de año-, pero todavía se ven restos, para malestar de Santos, «porque les hacen daño a los animales, algunos se lo comen y el alambre se les clava en las patas». En la parcela viven tres burros, unas 40 gallinas y alrededor de un centenar de palomas colipavas, que él cuida.

El proceso de tratamiento del material extraído entre enero y febrero de la vieja factoría de recauchutado ha finalizado, según confirmaron desde Medio Ambiente, igual que el de las ruedas procedentes del polígono industrial de As Somozas. «Foron valorizadas as 1.350 toneladas que saíron destes dous puntos», indicaron.

El 65 % de los residuos ha sido transformado en energía mediante combustión y el resto se ha reciclado para su posterior reutilización en el relleno de césped artificial, suelos de parques infantiles, preparados para carreteras, pantallas acústicas empleadas para la reducción de ruidos, reductores de altura de las olas e incluso suelas de zapatos.

Compensación económica

Mientras tanto, Santos, que reside en la vivienda situada en la finca desde hace casi 14 años, cuando cesó la actividad de la fábrica de Fene, continúa a la espera de lograr una compensación económica por los trabajos de mantenimiento y vigilancia realizados durante este tiempo. «En el juzgado de Ferrol perdí y apelé, pero cuando no tienes medios todo es muy difícil», lamenta. Reclamaba a la Xunta unos cinco mil euros por la labor efectuada y pensaba destinar una parte a ayudar a vecinos necesitados. Ahora, contento por la limpieza de la finca, «aunque está incompleta», estudia un nuevo negocio, la suelta de palomas colipavas en las bodas, a la salida de la iglesia.

El enorme depósito de A Laracha inició su vaciado, que se prolongará durante un año

No todos los neumáticos acumulados en Galicia han sido retirados con la celeridad que se ha visto en As Somozas y Fene. El depósito más importante que hay en Galicia, el de Lendo, en A Laracha, sigue albergando todavía miles de toneladas. En cualquier caso, la resolución del problema está firmada y en marcha. El proceso de limpieza ya ha comenzado y, de hecho, la Xunta ya confirmó que, dado el mal estado de buena parte del material acumulado durante años a la interperie, solo podrá reciclarse una cuarta parte de las 34.000 toneladas que había acumuladas el año pasado y que ya han comenzado a ser retiradas.

La empresa contratada para limpiar la zona dispone de un año para ejecutar todo el trabajo así que, hasta abril del 2018 no está obligada a finalizar. El plan que maneja la empresa es el de limpiar este año unas 24.000 toneladas y dejar el resto para el siguiente. Todos los neumáticos que no puedan ser reutilizados serán quemados en la planta de Sogama para la producción de energía eléctrica.

El otro depósito localizado en Galicia, con una importancia infinitamente menor al de A Laracha, está ubicado en Pontevedra, muy próximo al embalse del Umia. Pese al acuerdo alcanzado recientemente para su retirada entre el concello y la Xunta, las ruedas seguían ayer todavía sin haber sido evacuadas. La responsabilidad recae ahora sobre Augas de Galicia, organismo que debe hacerse cargo de la limpieza y que, probablemente, lo hará en los próximos días. Estos neumáticos fueron depositados por un desconocido el pasado mes de febrero.