Después de la finalización de los 29 jackets que Iberdrola le encargó para su parque alemán de Wikinger, Navantia y Windar están volcados en la única obra de eólica marina que queda en el astillero de Fene, a la espera de que arranquen los siguientes contratos que ha firmado en las últimas semanas: cuatro cimentaciones para un parque demostrador que hará Siemens en Dinamarca y las nuevas 42 del East Anglia One.
Hasta ahora, el grado de ejecución de la obra para Statoil, y que forma parte del que será el primer parque marino flotante del mundo, en aguas de Escocia, ya ha alcanzado el 60 %. Tres de las cinco superestructuras se encuentran en proceso de unión de sus bloques en las mesas situadas bajo la grúa pórtico.
De acuerdo con las previsiones que maneja la empresa pública, el primer movimiento de una de las estructuras completa se efectuará a principios del próximo mes de febrero, desde la zona de ensamblaje hasta el muelle número cuatro.
El calendario de los envíos de las gigantescas piezas hasta Noruega, sede del armador, contempla que en el mes de marzo se enviarán dos, una en abril y otras dos en mayo.
Inicialmente se había previsto utilizar las gradas de Navantia Fene para botar estas grandes estructuras, que tienen 15 metros de diámetro, pero después se desechó esa posibilidad y serán enviadas a Statoil una vez terminadas.
Las compañías auxiliares son las que están ejecutando la práctica totalidad de los trabajos de la eólica marina.