El colectivo Cadelas Verdes, integrado por las arquitectas Ana Amado, Marta Marcos y Luz Paz, lleva su serie fotográfica «Spanish Dream» al Pabellón Español del certamen italiano
24 may 2016 . Actualizado a las 13:58 h.«Estamos alucinadas porque no nos esperábamos que nos fuesen a coger y, además, poder participar en la Bienal de Venecia es todo un honor, porque es una de las exposiciones internacionales de arte y arquitectura más prestigiosas del mundo». Al otro lado del teléfono, desde Madrid -donde vive desde hace ya algún tiempo-, la voz de la fotógrafa y arquitecta ferrolana Ana Amado oscila entre el entusiasmo y la emoción. El próximo viernes pondrá rumbo a la ciudad italiana de las góndolas y los canales para asistir a la inauguración de la Bienal de Venecia, donde este año se podrán ver sus fotografías y las de sus compañeras del colectivo Cadelas Verdes: la también ferrolana Marta Marcos y la lucense Luz Paz. Y es que la serie fotográfica Spanish Dream, realizada por estas tres jóvenes profesionales hace ya cinco años, ha sido seleccionada para participar en la exposición del Pabellón Español del certamen veneciano. Bajo el título Unfinished, los proyectos seleccionados por los comisarios Iñaqui Carnicero y Carlos Quintans muestran la respuesta de los arquitectos ante la crisis económica y de la construcción en España, «a través de virtudes que pueden convertirse en estrategias o especulaciones creativas, capaces de subvertir condiciones del pasado en acciones positivas contemporáneas», explica Amado.
Gran parte de las obras que se podrán ver en el Pabellón Español de la Bienal de Venecia son proyectos arquitectónicos, pero también se exhibirán siete series fotográficas, entre ellas la del colectivo Cadelas Verdes. «En Spanish Dream hemos querido contraponer el sueño español de contar con una vivienda en propiedad con toda la crisis económica que se nos vino encima y que hizo añicos todos esos sueños, además de provocar que muchas viviendas quedasen a medio construir», anota Amado. De ahí que en las fotos de Cadelas Verdes se puedan ver escenas de la vida doméstica con las que muchos soñaban cuando se hipotecaban hasta las cejas en los bancos, pero ensartadas en escenarios de ladrillo, en casas a medio hacer.