La base española del Ejército de Tierra promueve esta iniciativa enfocada al cuidado del entorno natural
08 may 2016 . Actualizado a las 22:53 h.¿Qué lazos pueden unir Isla Decepción con la parroquia fenesa de Maniños? En esta isla se encuentran en estos momentos una colonia de pingüinos que han sido apadrinados por los 65 estudiantes del CEIP Os Casais de Fene, de cursos desde cuarto de infantil hasta sexto de primaria. «El mío está muy gordito», bromea Alexia Villar, una de las estudiantes de este colegio con una foto de Azulín. En el pasillo del centro escolar han colgado las fotos de cada una de las aves apadrinadas con el nombre que le han dado. Pepito, Mr Ice, Flor, Esmeralda, Pol, Rayo, Osvaldo o Toni son algunos de los apodos que les han dado los pequeños. «El mío parece un general del Ejército», bromea Daniel Pena enseñando la foto de Filipo.
Los estudiantes han podido realizar este curioso apadrinamiento gracias a una campaña que desarrolla el Ejército de Tierra español desde hace más de veinte años en su base en la Antártida. «Con este acto, te comprometes a cuidar el medio ambiente. Así, tu pingüino y sus polluelos podrán seguir viviendo en la Antártida», explican desde el organismo. También ha colaborado con ellos en esta iniciativa el investigador aresano Javier Cristobo, director del Centro Oceanográfico de Gijón inmerso en una investigación en la base española en la Antártida.
Fue a través de la clase de religión con la profesora María José Vila en la que desarrollaron la iniciativa como una de las actividades enmarcadas también en la celebración del Día da Terra. «Quería que os nenos aprendesen que hai que coidar o planeta, o que se faga aquí repercute noutro punto da terra», explica la docente. Y esta apuesta por el medio ambiente se refleja en los propios chavales que aprenden pequeños gestos con los que no contaminar. «Hay que tener cuidado y no tirar los plásticos a la papelera normal sino al contenedor de reciclaje», explican otros estudiantes, Iván González, padrino de Mr Ice, Antonio Otero, padrino de Pol y Teo Rascado, de Nuca. «Hay que hacer las tres erres, reciclar, reutilizar y reducir, así ayudamos», comentan Sofía López, Nerea Seijo y Noelia Galán, madrinas de Rosa, Timti y Pingüinela.
Pero este proyecto les ha servido además para conocer muy de cerca cómo viven los pingüinos. «Ahora que ya llega el verano van a Isla Decepción, y cuando es invierno están en Punta Descubierta», detallan los alumnos que añaden: «Comen pescado y a ellos les pueden comer focas y osos polares».
Reconocen que les gustaría poder viajar hasta la Antártida para poder verlos en persona. Desde el Ejército les han hecho llegar a cada uno unos diplomas acreditativos con la foto del ave, el nombre que les han puesto y unas breves indicaciones sobre dónde viven.