Flores en recuerdo de Daniela y Lidia

FENE

Sandra, una amiga de Lidia, depositó un ramo de flores en recuerdo de las víctimas.
Sandra, una amiga de Lidia, depositó un ramo de flores en recuerdo de las víctimas. César toimil< / span>

La poeta Matilde Castro leyó un manifiesto y se guardó un minuto de silencio

25 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace dos años el fatídico accidente de Angrois cambió para siempre la vida de dos familias de Barallobre. Lidia Martín y su hija Daniela fallecieron en el siniestro del tren en el que el destino quiso que su hijo y su marido sobreviviesen. También resultó gravemente herida otra vecina de la parroquia fenesa, Lidia Sanmartín, que continúa con su proceso de recuperación y disculpó su ausencia.

El colectivo vecinal de Barallobre y la corporación municipal de Fene, coincidiendo con el segundo aniversario de la tragedia, quisieron mostrar su pésame en un sentido homenaje tanto a las víctimas como a sus familias. Acudieron vecinos, representantes de asociaciones del municipio, de la corporación municipal y familiares de las víctimas que no pudieron reprimir la emoción. «Es una pena que nunca se olvidará en Barallobre», comentaban unas vecinas. Para el recuerdo los organizadores escogieron un lugar muy simbólico, la parada del fatídico tren en la parroquia de Barallobre.

«Sentimento máis afectuoso»

«Os veciños manifestan neste acto de homenaxe a súa solidariedade e o seu sentimento máis afectuoso con todas as vítimas e afectados, en especial cos familiares e achegados das nosas veciñas Lidia Martín e a súa filla Daniela, tristemente falecidas, e Lidia Sanmartín, gravemente ferida pero que na actualidade recupérase satisfactoriamente», recordó la poeta fenesa Matilde Castro en la lectura de un manifiesto.

Los asistentes aprovecharon el acto para hacer un llamamiento a las distintas administraciones implicadas en la investigación del siniestro para pedir que «reparen o antes posible ás víctimas e ás súas familias». También reclamaron que se pongan en marcha «todos os medios necesarios para que no futuro, na medida do posible, se poidan evitar accidentes desta natureza», exclamó en la lectura.

Tras la lectura, los asistentes guardaron un minuto de silencio, tras el que Sandra, una amiga de Lidia, depositó un ramo de flores frente a la vía y la antigua estación del tren donde ahora se encuentra el parque de educación vial.