El fuego prendió en una manta eléctrica y no causó daños personales
04 mar 2015 . Actualizado a las 22:32 h.Los habitantes del segundo piso del edificio número 38 de la avenida Zumalacarregui, en Cedeira, entre ellos dos menores, tuvieron que abandonar su casa de madrugada, tras advertir que se había declarado un incendio en el salón. Uno de los ocupantes se percató de lo que estaba ocurriendo, sobre las cuatro, mientras todos dormían, y avisó a los servicios de emergencias y a un familiar, bombero profesional, que colaboró en las tareas de extinción con los voluntarios de la agrupación de Protección Civil de Cedeira, que se desplazó al lugar con la motobomba.
Fuentes consultadas indicaron que el origen del fuego podría estar en una manta eléctrica, que habría quedado encendida sobre el sofá. Las llamas se propagaron por los muebles y demás enseres de la estancia, que quedó destrozada. El techo «estalló» y las persianas se quebraron por efecto del calor. El incendio generó gran cantidad de humo y gases que, junto a la oscuridad (puesto que había saltado el automático, no había luz eléctrica y las persianas estaban bajadas), complicó las labores de extinción. Al cabo de 45 minutos lograron sofocar las llamas y después abrieron las ventanas del piso y colocaron el ventilador en el cañón de la escalera para disipar el humo acumulado en la vivienda y también en el resto del edificio.
Algunos vecinos ni siquiera se dieron cuenta de lo que había ocurrido y se sorprendieron por la mañana al descubrirlo. Los dueños del piso incendiado pasaron el resto de la noche en la casa de unos parientes. Desde el 112 se avisó a los bomberos de Ferrol y también al Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Ortigueira, cuya intervención no fue finalmente necesaria.