Varios colectivos abogan por un frente común para «defender» el sector
20 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La delicada situación que atraviesa el mercado de la madera, en parte por la bajada de los precios, será el tema central de debate en la reunión de propietarios forestales convocada para mañana (10.30 horas) en el auditorio de Cedeira. La asociación de productores de este municipio, Promace, ha citado a una treintena de colectivos de las provincias de A Coruña, Lugo y Pontevedra «para falar da situación do mercado e as perspectivas de futuro (...), un punto de encontro necesario entre propietarios», explica el presidente, Julio Aneiros.
Con esta iniciativa pretenden establecer un foro de diálogo «para buscar os puntos en común» y defender el sector. «Se hai tres compradores, nun oligopolio, eles negocian e falan, os propietarios deberiamos ir na mesma liña e as asociaciones temos a obriga de facelo», subraya Aneiros. Al encuentro están invitados Promagal, la Asociación Forestal de Galicia y algunas comunidades de montes en mano común. La cita está abierta a todos los interesados, recalca el responsable de Promace.
Óscar Piñón, vicepresidente de Promagal y presidente de la asociación de productores de Ortigueira (Promaorti), aboga «por la unidad». «Es el momento de aunar fuerzas, remar todos en el mismo sentido (...). Hasta ahora no ha sido así y eso nos ha perjudicado, alguna asociación actúa como si fuera una empresa», opina. La rebaja de los precios de 3,5 euros, aplicada por Ence y las pasteras portuguesas Portucel y Celvi desde la Semana Santa de 2014, ha supuesto «un golpe duro» y el problema ha seguido agravándose. «Los márgenes se han acortado mucho y ahora se está pagando a 25 euros la tonelada de madera, que en verano del año pasado valía cuatro euros más», asegura el representante de Promagal, la federación integrada por una veintena de colectivos de productores de las comarcas de Ortegal, Ferrolterra y A Mariña lucense.
Pero la crisis y las dificultades económicas que sufren muchas familias acaban jugando a favor de las empresas, constata Piñón, «puesto que la gente vende porque necesita el dinero, aunque el precio sea bajo, y eso lo saben y lo aprovechan los compradores». «Hay que sentar unas bases y trabajar para mejorar el sector, no solo en lo relacionado con los precios», concluye.