«En Inglaterra hay más aficionados a ver aves que al fútbol, es significativo»

ANA F. CUBA CARIÑO / LA VOZ

CARIÑO

El ornitólogo ferrolano lamenta «el abandono» de los gobiernos en materia de conservación y divulgación

13 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Trabaja en una tienda de ropa en el centro de Ferrol, donde nació en 1974, pero su auténtica vocación «son las aves, viajar para estudiarlas y documentarlas». Pablo Gutiérrez lleva años persiguiéndolas «por todo el mundo» y ha visto «casi el 40 % de todas las especies que existen».

-¿De dónde le viene la afición?

-Siempre me han fascinado los animales y la naturaleza, pero fue de niño en Extremadura, donde tengo parte de mis raíces, donde empecé a fijarme en las aves. Años más tarde, en Ferrol, observé un halcón peregrino posado en un edificio del centro de la ciudad, momento revelador porque comencé a entender que no era necesario ir a África o Sudamérica para ver lo que salía en los documentales de la dos.

-¿Qué explica que alguien pueda pasarse horas observando aves?

-La observación de aves, el birdwatching, es una actividad fascinante y, al contrario de lo que pueda parecer, muy dinámica y entretenida; cada jornada de campo es única. Las aves tienen la increíble capacidad de volar y algunas realizan migraciones larguísimas; sales al campo con la expectación de ver cosas nuevas.

-¿Cuáles son los mejores puntos de observación en Galicia?

-Debido al enorme deterioro del territorio la costa alberga los mejores ecosistemas para ver aves en Galicia. Lagunas como A Frouxeira (Valdoviño), Traba (Laxe) o Vixán (Ribeira) son excelentes. Las rías de Ortigueira y Cariño, la del Eo o el complejo intermareal Umia-O Grove acumulan las mayores concentraciones de acuáticas invernantes. Mención aparte merece el cabo de Estaca de Bares, quizá el mejor lugar de Europa para la observación de aves marinas.

-¿Falta apoyo institucional?

-Lo prioritario debe ser la conservación y como camino más corto para alcanzarla, la divulgación. Los gobiernos han abandonado ambas. Me entristece ver los centros comerciales llenos de gente joven haciendo nada? ¡Con todo lo que hay ahí fuera! Desde el punto de vista económico, creo que hay un filón por explotar y toda una labor por hacer. El turismo del birding mueve muchísimo dinero en otros lugares. En Inglaterra hay más aficionados a observar aves que a ver fútbol. Es un dato significativo.

-Hoy se entregan en Cariño los premios RARO. ¿Qué son?

-Una fiesta, es el momento en que los aficionados al birding en Galicia y otras partes de España nos reunimos y premiamos la observación más sorprendente o especial del año. Cada año vemos aves que no son propias de nuestra fauna, se pierden en sus migraciones y aparecen donde no se las espera. Es lo que llamamos rarezas y supone una oportunidad única para un birdwatcher. También hay un premio para la mejor fotografía y un RARO de honor.

-¿Ayudan a fomentar la afición?

-Sin duda, es también una manera de divulgar, nuestro granito de arena. Aunque lo que realmente genera afición es salir al campo. Desde aquí animo a todos a hacerlo. Solo se necesitan unos prismáticos y una guía de aves.

-¿Por qué han elegido Cariño?

-El Concello nos ha dado facilidades para la organización, además la situación de Cariño es excelente para la observación de aves. La sierra de A Capelada, el cabo Ortegal o la ría ofrecen muy buenas oportunidades.

-¿Qué especies son finalistas?

-Este año las mejores observaciones han sido las de un mosquitero de Hume en Fisterra, una curraca gavilana en la costa de Valdoviño y un ánsar nival en Nigrán. Las dos primeras tienen origen asiático, y el ánsar es norteamericano; son excepcionales.

-¿Qué mueve a buscar rarezas?

-Son la guinda del pastel, encuentros inesperados que te alegran el día y no siempre son casuales. A veces su aparición responde al comienzo de cambios en las rutas de migración motivados por distintos factores, uno podría ser el cambio climático.