Un balcón para el cabo Ortegal

ANA F. CUBA CARIÑO / LA VOZ

CARIÑO

ANGEL MANSO

Un vecino de Cariño idea un mirador de cristal que rodee la muralla del recinto del faro y permita caminar por encima del acantilado, a 73 metros

24 may 2015 . Actualizado a las 08:57 h.

Si el Gran Cañón del Colorado. uno de los paisajes más extraordinarios del mundo, en Arizona, ofrece, desde 2007, la posibilidad de «caminar sobre el cielo», por qué no trasladarlo al cabo Ortegal, en la costa de Cariño. El Skywalk, como se denomina la pasarela en forma de herradura construida a 1.200 metros de altura, es una estructura metálica con el suelo de cristal. La plataforma sobresale unos 20 veinte metros desde la pared de la garganta, lo que permite andar con la impresión de estar flotando.

Leopoldo Yáñez Abella, empresario cariñés de 1948, ha ideado una especie de balcón, que rodearía, por el exterior, el muro del recinto del faro de cabo Ortegal. «Iría por fuera, bordeándolo, por encima del acantilado, con el piso de metacrilato, transparente, para dar la sensación de estar en el aire», explica. La torre se encuentra a 73 metros sobre el nivel del mar. «Estarías andando sobre el vacío», remarca.

La idea lleva rondándole dos o tres años. «He pedido ayuda, pero de momento no he encontrado respuesta», lamenta. Y asegura que le planteará esta iniciativa al próximo gobierno municipal. «Ya que todos los partidos se cansan de decir que tanto quieren fomentar el turismo, ahí tienen el proyecto», señala, convencido de que el balcón de Ortegal, como podría bautizarse, constituiría un magnífico reclamo turístico, sumado al carácter y la espectacularidad de los acantilados y Os Aguillóns -cinco pequeños islotes conocidos como A Longa, Rodicio, Insua Maior, Tres Irmás y Cabalo Juan-. Yáñez Abella desconoce el coste de esta intervención, pero «no parece inasumible». «Si quieren promocionar Cariño y potenciar el turismo, puede ser una alternativa», reitera, en alusión a las formaciones políticas que hoy optan a gobernar el Concello ortegano. «Todo el mundo que viene a visitar el cabo se queda impresionado... Pues imagínate si pudieran caminar justo por encima de los acantilados, a esa altura».