Monfero, A Capela y San Sadurniño cuentan con el mayor número de productores
30 ene 2015 . Actualizado a las 18:49 h.Trabajan sin horario, los 365 días del año, volcados en un sector que contribuye al desarrollo de la zona rural en la comarca, pero para el que en los últimos años los escollos no han dejado de aparecer en el camino. Representan al sector lácteo en la zona, que cuenta con 376 explotaciones, presentes en 17 municipios de Ferrolterra, Eume y Ortegal, que producen alrededor de 57 millones de litros de leche cada año, lo que representa casi el 6 % del total de la provincia.
De acuerdo con la información de la que dispone el sindicato Unións Agrarias, Monfero es el concello con un mayor número de granjas, con 169, seguido de A Capela, con 62, y San Sadurniño, con 65. Sin embargo, la radiografía del sector muestra que la mayoría son explotaciones de tamaño pequeño.
En conjunto, suman alrededor de 700 empleos directos, aunque en el sector se calcula que sobre él pivotan otros 1.800 indirectos, tomando en cuenta los servicios veterinarios, las fábricas de piensos, las empresas de maquinaria y el transporte, entre otros.
La situación de las explotaciones de la comarca no difiere de lo que acontece en las del conjunto de Galicia. La política de precios de venta, sobre la que no pueden intervenir los ganaderos, determina una actividad que además del impacto económico, apuntala la población en el ámbito rural.
Toda la vida en el sector
El cabanés Ricardo Carpente se crió en una explotación lechera, que gestionaba su padre, al que tomó el relevo hace veinte años. Sostiene que, más que una profesión, las granjas lecheras constituyen un tipo de vida, llena de sacrificios. «Non se paga o traballo realizado, porque o precio da leite non o pos tí; sube tres meses pero baixa oito e hai que botar moitas contas xa non para sacar un sueldo, senón para para cubrir os gastos», explica. Como ejemplo, asegura que hace unos días se encontró con una factura de su granja de hace veinte años e «o precio do leite era a 29 céntimos, o mesmo que o de hoxe en día».
Pese a las dificultades, a diferencia de lo que ha sucedido con otros sectores, la mayoría de los cierres de explotaciones han sido propiciados por la jubilación de sus propietarios. «Moitos fixemos inversións moi altas e tampouco queremos deixar caer todo. Ademáis, a comarca está como está e non hai onde meterse», explica.
Pero el sector lácteo en la comarca no se ciñe exclusivamente a las explotaciones, ya que la cadena productiva se ha extendido a la industria de transformación. Como el caso de Leche Bohal, una granja ubicada en San Sadurniño que produce alrededor de un millón de litros anuales y que envasa únicamente su producción, sin aditivos y sin homogeneizar. Aunque vende mayoritariamente en la comarca ferrolana y la coruñesa, también se pone a disposición de los interesados que quieran hacer uso de las nuevas tecnologías, con la venta a través de la web de Agroalimentaria del Eume.
La Cooperativa de Productores de Campo Capela también es una pieza fundamental de la industria láctea de la comarca, que comercializa tres variedades de requesón, varias de queso, nata y también mantequilla de diversos sabores. Además, no ha dejado de buscar nuevos mercados, acudiendo a ferias y ofreciendo nuevos productos, como las cestas y lotes de alimentos gallegos.
La elaboración artesanal de la que hace gala esta cooperativa es también la seña de identidad de Queserías del Eume, que ya ha cumplido medio siglo de existencia en As Pontes. La empresa, que produce 150.000 kilos de queso cada año, se abastece de la leche de la zona, con la que elaboran el típico queso cremoso gallego, de barra, de sándwich, madurado, requesón y mantequilla.
La labor de los profesionales
