Cabreolandia

Manuel Couce DESDE LA ALAMEDA

AS PONTES

02 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Si As Pontes de García Rodríguez en vez de un nombre tan largo se llamase Lago Azul, obedecería a las espléndidas aguas de ese color que bañan una amplia parcela del municipio y que aumentó notablemente la concurrencia de forasteros, no solo por ver las altas chimeneas de Endesa, sino para recordar el perfil singular de un lago singular, fruto de la fatiga de una gente que ha sabido mover las piezas y construir un espacio donde se puede disfrutar a diario del deporte y el medio ambiente. La historia nos ayuda a interpretar el pasado, pero Lago Azul no soportaría decisiones explosivas como cerrar un colegio sin acuerdo municipal.

As Pontes es un pueblo que se está moldeando a la manera de un país nuevo, con una enorme ilusión colectiva, y esto al parecer no lo tiene en cuenta la Xunta de Galicia, que quiere poner en marcha allí los recortes en educación, empezando por el CPI Monte Caxado, lo que ha soliviantado a una población que al conocer la noticia notó un escalofrío que recorrió la espina dorsal de sus habitantes, y al día siguiente se plantaron a las puertas del Gobierno gallego para decirle que por ahí no pasarán, porque constituye una irresponsabilidad en las actuales circunstancias que sus hijos tengan que buscar colegio. Pero la presión sigue y los conductores, con sus mastodónticos trailers, están dispuestos a ir a dónde sea para que no se siga haciendo daño a una población cuyo futuro se basa en la masa muscular del trabajo duro. Para ello lo que tiene que hacer Feijoo es favorecer la convivencia y declarar As Pontes de García Rodríguez Parque Natural Marítimo Terrestre y dejar de estigmatizar más a un pueblo que funciona en manos de un alcalde que ganó su investidura sin que le hayan prestado otras combinaciones. Decía Pascal allá por el siglo XVII que todas las desdichas humanas vienen de la incapacidad de sus gobernantes. Y no iba desencaminado. Retiren ese dañino expediente en un gesto amable y elegante y lo agradecerán todos los que estuvieron en San Caetano, con la bandeja y las tijeras esperando a que usted, señor Rajoy, vuelva a sobreactuar y cortar la cinta del colegio, para que la democracia en As Pontes siga atenta echando la siesta y el ensordecedor ruido de los vecinos pidiendo justicia se convierta en picaduras de mosquitos no malignos, a los que maldito el caso que se les hace, y que los vecinos de As Pontes disfruten con intensidad de sus vacaciones.