Borja Prieto: «Me veo paleando muchos años»

XOSÉ FERREIRO AS PONTES

AS PONTES

Borja Prieto, en una imagen reciente
Borja Prieto, en una imagen reciente ANTÓN FERREIRO

El kayakista formado en el Grupo Xuvenil combina ahora su preparación con el entrenamiento de niños en Gijón

03 ago 2015 . Actualizado a las 19:32 h.

Borja Prieto Valera es un referente del piragüismo. El palista, uno de los más laureados de la comarca en la última década, no solo compite, sino que entrena niños en el Grupo Covadonga.

-¿Cómo fueron sus inicios y cómo se define?

-Empecé en 1994. Me atrajo el K-4 júnior del Grupo Xuvenil, campeón de España, de Polo, Gutiérrez, Otero y Caaveiro, y ver por la tele a mi paisano, el malogrado Jose Ramón Corral, ganar el Sella. Al principio era normalito. Recuerdo que me tuvieron tres semanas entrenando únicamente la técnica, y mejoré, quedé campeón gallego cadete de fondo. En el club aprendí trabajo, constancia y sacrificio. No soy el más rápido, pero tengo punta de velocidad y resistencia, así, entre 200 y 1.000, me quedo con el 500. Me veo paleando muchos años.

-En tanto tiempo en la élite habrá visto mucho talento.

-Tuve la fortuna de compartir kayak con campeones olímpicos como Craviotto y Perucho, y gente como Acuña, Hernanz, Germade o Peña. Admiré a Knut Holmann y Ronald Rauhe, y me impresionó competir con el campeón olímpico húngaro Ákos Vereckei, que siempre empezaba atrás para luego acabar remontando a todos.

-Viajó por muchas ciudades.

-Me quedo con Szeged, en Hungría. Allí conocí, en el Mundial de 2006, a la que hoy es mi mujer. La ciudad es bonita, y los húngaros, apasionados del piragüismo. En los Europeos de Trasona y Verducido prácticamente iban amigos y familiares, mientras allí había 20 mil húngaros en la grada. Tú paleabas 800 metros y los últimos 200 te llevaban en volandas.

-¿Sus mejores momentos?

-De forma, el Mundial 2011; y medallas, el oro sub-23 en 2004, el bronce continental en relevos de 2009, y una regata preolímpica en Atenas, en la que fui segundo. Le contaré una anécdota, en el Europeo Sub-23 de Polonia, Craviotto ganó el oro en K-1, y sonó el himno de Riego. Después, Saúl y yo ganamos el K-2, y nos pusieron el himno de España, pero sonó tres veces (risas).

-¿Alguna espinita?

-Quizá el Mundial de Canadá en 2009, cuando fuimos cuartos en K-4 200. Íbamos Joan Ardit, yo, y dos que acababan de ser campeones de Europa sub-23, Pablo Andrés y Álvaro Bravo. Entrenamos juntos solo diez días. Sonará soberbio, pero estoy convencido que, si pudiéramos prepararlo más tiempo, lograríamos el oro.

-También se quedó a las puertas de tres Juegos con el K-4.

-Estuve muy cerca de integrar el cuarteto que después quedó a 70 milésimas de clasificarse para Atenas 2004. En la regata que decidía seis embarcaciones a Pekín 2008, empezamos muy bien, pero acabamos novenos. Años después, quedamos a 64 centésimas de Londres 2012. Pero estoy tranquilo por haber dado siempre lo mejor de mí.

-¿Cómo es su club, el Covadonga?

-Tiene más de 33.000 socios y abarca una veintena de deportes. Sin fútbol, porque es amateur. Una gestión impecable y 80 mil metros cuadrados, con pabellones, piscinas, gimnasios, pistas de tenis y pádel, clínica, salas de estudios y dos ríos al lado. Comparto equipo con grandes piragüistas como Fiuza, tricampeón mundial de maratón, Hernanz, Castañón o Gallo.

-¿Cuál es su labor?

-Además de competir, entreno junto a Álvaro Gallinal a la escuela de piragüismo. Normalmente el paso de infantil a cadete es cuando la piragua deja de ser algo lúdico para pasar a algo más serio, por eso de momento trato de inculcarles la importancia del entrenamiento y que vayan aprendiendo técnica, sin descuidar que, si el niño tiene potencial, se aplique un poco más.

-Tienen jóvenes promesas.

-Miriam Vega fue medallista en el Mundial júnior, y dos infantiles, Nel Sánchez y Diego Infiesta, campeones de España. Con talento y muy trabajadores.

-¿Cómo es su día a día en Gijón?

-Es una ciudad maravillosa. En verano empiezo a las 8.00, me entreno un par de horas, y luego estamos con los niños desde las 10.00 hasta las 13.00. Ahora tenemos un grupo de 45. Después como, descanso, por la tarde doy un curso y cuando puedo ejerzo de masajista. También aprovecho para estar con mi mujer (risas), pues los fines de semana, sobre todo esta época, tenemos competición.

-¿Cómo ve el piragüismo español?

-Económicamente mal, pero salen muy buenos piragüistas. El K-4 1.000 marca el nivel de un país, y nuestro cuarteto sénior, yendo camino de las medallas en el Mundial, tuvo la desgracia de romper el timón. Los K-4 sub-23 y júnior son los actuales campeones del Mundo.

SU FICHA

As Pontes, 1982.

Comenzó en el piragüismo en 1994, en el Grupo Xuvenil, y ya no lo dejó.

Tras pasar por Grupo Xuvenil y Piraguamadrid, milita en el Covadonga, con el que logró tres medallas en el Campeonato de España, y entrena a los más pequeños.

Fue catorce veces campeón de España, oro europeo sub-23, bronce continental sénior, cuarto clasificado mundial, y estuvo con la selección española en nueve Europeos, seis Mundiales y dos Juegos Mediterráneos.