Redescubriendo la villa de As Pontes

María Meizoso AS PONTES

AS PONTES

CÉSAR TOIMIL

El fotógrafo Xulio Vilarino presentó uno de sus últimos proyectos, «As Pontes, ceo aberto»

29 jul 2015 . Actualizado a las 12:28 h.

Cualquier pontés se habrá topado, alguna que otra vez, con alguien que le haya dicho que su pueblo es feo. Eso mismo le había sucedido al fotógrafo Xulio Villarino que, a pesar de no ser del municipio, lo conoce bien, y lo visita con frecuencia, dada la proximidad de la villa con su lugar de residencia, el Porto de Bares. El también documentalista se propuso desterrar ese mito y, desde ayer, su objetivo está más próximo. As Pontes, ceo aberto, uno de sus últimos proyectos, se presentó en un acto presidido por el alcalde, Valentín González Formoso. «Estaba participando nun traballo sobre a decadencia industrial e, estando alí, dinme conta de que As Pontes ten unha gran capacidade de recursos naturais e alternativas lúdicas. A xente sempre asocia esta vila á cheminea e a un sitio feo polo que, a miña idea, foi cambiar ese estereotipo de pobo».

A través de las 150 páginas -y 75 fotografías- que conforman la publicación, Villarino ofrece un fiel reflejo de la otra cara de un pueblo que, desde hace años, se ha ido desprendiendo de su dimensión industrial para ir ganando terreno en el ámbito turístico y del ocio. Por ello, el que, al abrir el libro, espere encontrar la típica imagen de la «vaca e a cheminea» no habrá acertado. La idea- según su autor- es, precisamente, «evitar tópicos como o desa vinculación». Curiosamente, tras captar más de 8.000 fotografías en los últimos 15 meses, Villarino seleccionó solo una con la chimenea como protagonista. Eso sí, «é a miña favorita» porque «nos costou moito facela. Foi desde un paramotor un día que amenceu con néboa. Fumos voando por enriba do lago desde o Forgoselo. Foi a elexida para a portada». Imágenes, como esa, a las que se une el prólogo de César Candelas. Texto e imagen que se unen para reflejar, a la perfección, la idiosincrasia pontesa.