Miles de personas disfrutaron de la multitudinaria romería de As Pontes
26 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Con el sonido de las primeras notas de la orquesta Cinema se desató la locura en la madre de todas las fiestas. Una lluvia de calimocho, cerveza, pistolas de agua, harina y cubos de barro empapó a todo aquel que estuviese en el parque pontés entre los escenarios. Miles de personas llevaban un año esperando para celebrar la romería de A Fraga, una cita que volvió a ser multitudinaria, aunque los asistentes reconocían que la afluencia era menor que en ediciones pasadas.
«¡Es la mejor fiesta del verano! Venimos desde hace casi diez años todos los amigos y es genial porque pasamos la noche, hubo un festival de música folk, y hoy es la gran fiesta», comentaba Carmen López, de Ferrol, que no dudó en adentrarse con un grupo de seis amigos entre el apelotonamiento de público para disfrutar de la sesión vermú al ritmo de las canciones de moda. Para ellos la fiesta comenzó casi veinticuatro horas antes, cuando llegaron a la caseta que construyeron para pasar la noche.
La romería dista mucho de lo que era inicialmente, lo que desata alguna queja entre los vecinos de más edad. «Facíanse cabanas doutro xeito, incluso había un concurso para premiar á mellor», explicó David Tojeiro, vecino de As Pontes. Acude con los amigos a la fiesta desde hace unos treinta años, y aunque reconoció que este año no sabía el nombre de la orquesta, iban a disfrutar de la actuación. Recuerda cómo antes pasaban el día y comían en la zona de la carballeira. «Tamén había un concurso de empanadas, era outro tipo de festa», señaló.
Ahora se ha convertido en una de las celebraciones con más adeptos entre la juventud de toda Galicia. «A Festa da Fraga, festa nacional», corearon al ritmo de la orquesta. Entre la multitud, muchas pandillas decidieron customizar camisetas para la ocasión. «Una Fraga más, una vida menos», decía el mensaje de las camisetas decoradas con un gato ebrio de un grupo de chicas de Ortigueira. Escoceses, bailarines de ballet, payasos o hasta jirafas fueron algunas de las temáticas de los que optaron por disfrazarse para la fiesta. «Si vienes a la Fraga sabes que te vas a llenar de vino, cerveza y de todo, vas a llegar a casa dando asco, así que lo mejor es ponerse algo divertido que luego puedas tirar directamente a la basura», bromeaban Óscar y Manuel, ataviados con pelucas y pantalones con lentejuelas.
Tras la sesión vermú, la tradición manda bañarse en las frías aguas del río Eume para recuperar fuerzas. Por la tarde continuó la fiesta con más actuaciones musicales a cargo de Trópico de Grelos y en sesión verbena, A Requinta da Laxeira, Medina Azahara, orquesta Cinema, Benito Kamelas y, de nuevo, un pase de Cinema. A pesar de la gran afluencia de gente, la Policía Local y Protección Civil informaron que no se habían producido incidencias destacables hasta media tarde, más allá de intoxicaciones etílicas, heridas o cortes.
«Hai que vir, é incrible»
Adela Fernández
Desde que tenía quince años, no se pierde una sola edición de la fiesta. Adela Fernández, de A Capela, lleva desde el viernes en la romería con su pandilla de amigos, y tenían previsto aguantar hasta los conciertos de la noche. «Todo o mundo ten que vir, é incrible a festa. Eso si, cos amigos, un so non fai nada», invita.
«No imaginaba tanta fiesta»
David Martín
Para el zamorano David Martín esta es su primera romería de A Fraga. «Ni de broma me imaginaba tanta fiesta, en verdad pensaba que sería algo mucho más tranquilo», reconocía en la sesión vermú. Conoció la celebración por una amiga que vive en As Pontes y se quedará hasta hoy de visita en la villa minera.
«Nos gusta venir disfrazados»
Juan José Meizoso
«Nos gusta venir la noche del 24 a cenar, planificarlo todo y disfrutar el 25, el Día de Galicia, que es el día grande de verdad», comenta Juan José Meizoso. Este vecino de As Pontes, lleva siete años acudiendo a la romería con sus amigos y siempre se disfrazan: «Elegimos escoceses por la similitud con Galicia», dice.
«Antes si era unha romaría»
José Romero
José Romero, vecino de As Pontes, recuerda con nostalgia como era la fiesta de A Fraga hace treinta años cuando empezaba a ir con los amigos. «Era unha romaría de verdade. Construíamos cabanas ben feitas, non acampabamos con tendas como se fai agora e a festa era na carballeira», detalla.