La mayoría de los comensales se quedó a degustar este cefalópodo en el parque pero otros se llevaron los platos a casa
22 jul 2018 . Actualizado a las 18:37 h.Llegó a su décima edición y no defraudó en éxito de público. La Festa da Xiba cumplió su primera década tentando a muchos turistas, veraneantes y también vecinos de la villa, que no dejaron pasar la oportunidad de pasar por el parque Rosalía para degustar este plato que forma parte de la gastronomía de la comarca. Desde las diez de la mañana, los miembros del Cátering Ferrolterra se afanaron en preparar los platos, compuestos por xiba guisada, con patatas y guisantes, aunque las raciones también incluían pan y bebida. A partir de la una de la tarde comenzó el reparto de las raciones entre las personas que previamente habían adquirido los tiques, por un precio de diez euros.
«Muchos táper»
«Veo por aquí muchos táper», comentó Alma Barrón, para explicar que muchas personas acudieron igualmente a adquirir las raciones aunque prefirieron marcharse con la comida para sus casas o para la playa, debido a las buenas condiciones meteorológicas que acompañaron la jornada de ayer. En conjunto, a lo largo de todo el días estaba previsto que se agotaran las mil raciones que se habían elaborado.
Aunque durante los primeros años de celebración de esta fiesta gastronómica fueron los hosteleros del municipio los que la pusieron en marcha, contando con la colaboración del Concello, en estos últimos ejercicios la organización recae ya solamente en la administración local.
La respuesta siempre ha sido buena y en los últimos años, comenta Alma Barrón, se ha percibido un incremento de las personas que acuden a esta fiesta, aunque matizó que en este tipo de propuestas gastronómicas, «el tiempo influye mucho».
La elección de la xiba como el producto de exaltación de esta cita se produjo por proceder del mar y ser un plato típico que se degustaba en muchas de las casas de la villa. «Queríamos también enseñar a la gente de fuera la forma de cocinarla que tenemos aquí».
Hasta el momento, el cátering elegido por el Ayuntamiento para servir las raciones llegaba a Ares con la comida ya preparada y era en el recinto en donde las repartía, pero este año, en el décimo aniversario, se optó por realizar la elaboración en una gran cuba, en la misma carpa en la que después pudieron degustar este plato aquellos que se decantaron por quedarse a comer en la zona.