Baja el paro, sigue el parón

Manuel Couce DESDE LA ALAMEDA

FERROL

11 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Según los datos sobre el empleo, esta comarca mejoró en unos cuantos, pero el parón que nos rodea sigue golpeando duramente y lo que se nos viene ofreciendo de empleo indefinido es cero patatero. Unos días de trabajo más o menos con sueldos limosneros. El dato general sigue siendo demoledor, los ricos no han aumentado y los pobres sí. Estos indicadores deberían hacer reflexionar por tiempo definitivo al ministerio del paro, y dejarse de repetir hasta la saciedad que somos el país de la UE que más empleo crea, cuando somos el de mayor paro, en el que más familias están sin ayuda alguna y donde los jóvenes ya no aguantan más. 

Estos hechos reales deberían encerrar en la Moncloa al Consejo de Ministros, hasta encontrar una solución al primer problema que tiene este país llamado España. Pero como dijo el portavoz de los populares en el Congreso, Rafael Hernando, siempre hubo pobres y ricos. Esta banalidad nos viene a recordar el duelo cíclico que por el momento está perdido entre las fuerzas de la renovación ante el continuismo. Y por eso siguen los abusos y las familias trabajadoras desangrándose, como ocurre en esta comarca. Podríamos poner muchos ejemplos, pero no haríamos más que repetir la realidad, mientras otros solo hablan de la percepción. De poco les vale el dato de la caída de población, ellos siguen encantados con que los trenes salgan puntuales, con que despeguen los aviones y con que siga aumentando el tráfico en la página web. Este es un país que se olvida de la situación de las personas normales, y más aún de los que viven a cuenta de Cáritas o de la Cocina Económica.

Y lo peor es que con esta gente, que lleva años gobernándonos, aquellas épocas en que había trabajo por un tubo en los astilleros, que creaban empleo y empresas auxiliares, no tienen visos de volver. Porque aquí están a otra cosa. Como leíamos hace unos días, el presidente de la Xunta y el ferrolano vicepresidente del Parlamento se dedicaban entusiasmados a promocionar el pulpo y las romerías populares. Y los demás, a pagarles la fiesta. Y los que ni siquiera pueden, como los que no tienen trabajo, a pechar con los platos rotos. «¡Qué se jodan!, dijo una diputada del Partido Popular en el Congreso. Para más señas, hija del expresidente de la Diputación de Alicante, que está en la cárcel.