La idea de una ciudad por y para sus ciudadanos es la que nos ha de guiar, tanto en este caso sobre la peatonalización como en el resto de temas que afectan a nuestra ciudad. Como técnico, reconozco que solo los argumentos más racionales y fundamentados sustentan la idea de un barrio para los peatones y, que además, la convivencia con otras formas de movilidad, surgidas de la necesidad o de la funcionalidad, deben integrarse en el mismo proceso vital del barrio. Como todo proceso proyectual (y este lo es), se deben valorar pros y contras sabiendo, de antemano, que la partida al ciento por cien no se puede ganar. Y es ahí donde entra en escena lo político, ese es el porcentaje que debe asumir en su servicio a la comunidad, será el turno, pues, de los que deben tomar la decisión de manera valiente y sabiendo que lo ingrato del momento será recompensado en el futuro (o no).
Me llama la atención de todo este proceso la polémica suscitada al amparo de un individualismo preocupante, que ha llevado a la pérdida de las formas de una manera que no alcanzo a entender. Debo confesar que la pasión, en la defensa de argumentos, carentes de fundamento, no responde a posiciones racionales y me temo que el trasfondo, de dichos desencuentros, tiene una raíz mucho más personal que ideológica. No debemos olvidar que la convivencia en sociedad genera límites a nuestra individualidad que hay que estar dispuesto a asumir.
Me preocupa, además, una sociedad en la que los procesos participativos son entendidos como jornadas para asomarnos al balcón de la intolerancia y de la descalificación que no a utilizar uno de los recursos, que la vida en sociedad genera, que es avanzar en pro de un interés común, donde la aportación de todos genera, entre otras, sociedades mucho más tolerantes e integradoras.
Y si cabe, lo más preocupante de todo, es que en el fondo de la cuestión, la peatonalización del barrio de la Magdalena, estamos todos de acuerdo. Para avanzar, no se puede seguir haciendo lo mismo, es hora de las decisiones y de empezar a actuar, lo ganaremos en salud.