En el reciente bando sobre el botellón con el que el alcalde se dirige a los ferrolanos -se desconoce cómo se publicó y en la página web del Concello no aparece-, Jorge Suárez advierte de que las infracciones serán sancionadas conforme a lo dispuesto en la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, así como en la de prevención del consumo de bebidas alcohólicas por menores de edad de la Xunta de Galicia y, subsidiariamente, conforme a la legislación vigente en materia de régimen local. En la primera de las leyes citadas, la de carácter estatal, el consumo de bebidas alcohólicas en lugares, vías, establecimientos o transportes públicos que perturbe gravemente la tranquilidad ciudadana está tipificada como una infracción leve.
No es la primera vez que el Concello trata de poner coto al botellón. El año pasado se realizaron varios controles sobre el consumo de alcohol por menores, que derivaron en la imposición de sanciones a dos establecimientos de hostelería de la calle Pardo Bajo y a una tienda 24 horas, así como a varios menores por consumo en la vía pública.
Como quiera que esta medida tampoco daba los frutos esperados, en octubre del año pasado se optó por la declaración de la calle Pardo Bajo como zona de seguridad, por lo que se prohibían las reuniones nocturnas en la calle. Fue a raíz de una fiesta universitaria en la que participaron alrededor de 600 personas.
La frecuencia y magnitud de este tipo de celebraciones incluso motivo que la Valedora do Pobo realizase una petición al Concello en noviembre del año pasado, para que reforzase el control, la vigilancia y la supervisión de los botellones.