Las fragatas ferrolanas cierran un año de protagonismo en la OTAN

Álvaro Alonso Filgueira
ÁLVARO ALONSO FERROL / LA VOZ

FERROL

S. OLLER

Tres F-100 se relevaron como buques de mando de una flota de la Alianza Atlántica

12 dic 2016 . Actualizado a las 10:47 h.

El año se preveía intenso para tres de las F-100 con base en el Arsenal y, a unos días de poner punto y final al año, más de 600 militares pueden dar fe de ello. La Álvaro de Bazán (F-101), la Méndez Núñez (F-104) y la Almirante Juan de Borbón (F-102), todas ellas con el sello de Navantia en su chapa, han ejercido como buques de mando de la Agrupación Naval Permanente Número 1 (SNMG-1) de la OTAN. La Armada confió en los buques ferrolanos para ejercer una posición que España no volverá a ocupar hasta dentro de varios años. Este jueves, con la llegada de la F-102 a su ciudad, habrá finalizado un período de protagonismo que acaba con sobresaliente, según se deduce de las declaraciones que fueron ofreciendo los comandantes.

Fue hace casi un año cuando el contralmirante José Enrique Delgado Roig recogió el testigo de Portugal como mando de la SNMG-1. El 12 de enero de este curso la F-101 se convirtió en su «sede» en alta mar y posteriormente se subiría a las dos fragatas que estuvieron también al frente. En un principio estaba previsto que la Álvaro de Bazán estuviera fuera hasta abril, pero finalmente su misión concluyó el 2 de junio por unos cambios operacionales. Fue dejando su estela, entre otras zonas, por el norte de Europa, el mar Báltico y el mar Mediterráneo, con la oportunidad incluso de cruzar el Círculo Polar Ártico y de ver de cerca una aurora boreal. A su llegada, el comandante, Ignacio Paz García, resaltaba el despliegue como «francamente positivo en todos los aspectos» y valoraba la «estrecha relación» con otras marinas. El 26 de mayo fue relevada por la Méndez Núñez en Copenhague y el 2 de junio amarró en el Arsenal.

La F-104 se puso al frente de la agrupación de la Alianza Atlántica durante 122 días, en los que visitó un total de trece puertos en diez naciones diferentes del norte de Europa, Islandia y los países Bálticos. El capitán del navío, Francisco José Asensi Pérez, subrayó en el regreso, el 30 de septiembre, la «gran oportunidad de adiestramiento colectivo» que había supuesto la misión. Además, durante el relevo con la F-102 en Róterdam, el buque acogió a bordo una cumbre con la participación de catorce altos mandos militares de la OTAN y de la Unión Europa.

Por su parte, la Almirante Juan de Borbón partió el 21 de septiembre y llegará este jueves después de un intenso programa en el océano Atlántico y en el mar Mediterráneo, con un tiempo de vigilancia incluido del portaviones ruso Kuznetsov en su tránsito hacia Siria. En definitiva, más de once meses de liderazgo ferrolano.