La cartera naval creció en 270 millones

Beatriz García Couce
Beatriz couce FERROL

FERROL

Los astilleros públicos aumentaron pedidos en el 2015 pero también dispararon las pérdidas

18 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los astilleros públicos españoles cerraron el pasado año con un nuevo crecimiento de su cartera de pedidos. Después de los años más difíciles de la crisis del naval español, a partir del 2014 comenzó a invertirse la tendencia, dejando atrás la sequía de pedidos y, consecuentemente, abultando el valor de sus encargos. Así, si la cartera de contratos estaba valorada en 1.627,8 en el 2014, al finalizar el pasado ejercicio esa cifra se incrementó hasta los 1.897,7, es decir 270 más. 

¿Qué obras permitieron la recuperación de la cartera?

En el ámbito de la construcción naval, se firmaron los contrato de ingeniería para la construcción de un megabuque para la Armada de Turquía, cuatro barcos petroleros para la naviera Ondimar, la fabricación de cinco superestructruras para el que será el primer parque eólico marino del mundo, promovido por Statoil, el proyecto de definición de las fragatas F-110 y otros contratos para la Armada de Australia. 

¿Cuál fue el nivel de la contratación conseguida?

También se produjo un incremento. Los encargos cerrados en el 2015 fueron por valor de 986 millones de euros, frente a los 941 del ejercicio anterior. En la memoria anual del dueño de los astilleros públicos, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) se refleja que, 627,1 de esos millones se corresponden con programas de construcción naval. 

¿Estas mejoras permitieron aliviar la situación económica?

No. Si bien se consolidó la recuperación de la contratación -aunque los pedidos no son suficientes para garantizar ocupación para toda la plantilla- el balance económico fue peor que el año anterior. Los números rojos ascendieron a 167 millones de euros, frente a los 27,2 millones del 2014. Esta situación obligó a la corporación pública a realizar distintas aportaciones para intentar salvar el crac financiero de la empresa. Navantia achacó en gran parte esas pérdidas a la subactividad. 

¿En qué niveles de subactividad se situó la empresa?

Según la SEPI, los niveles de ocupación en los diferentes centros de trabajo llegaron al 71 %, 14 puntos por encima de la cuota del pasado ejercicio. Los representantes de los trabajadores han cuestionado durante todo el ejercicio que se hayan alcanzado esos niveles, sosteniendo que un gran número de empleados continúan sin faena que llevar a cabo. La situación, a la vuelta del verano, empeorará en la ría, con la finalización del flotel de Pemex y la culminación de la obra de eólica marina del parque Wikinger para Iberdrola. 

¿Cuál fue la situación de la división de Reparaciones?

El valor de la cartera de pedidos ascendió a 244 millones de euros. En la ría ferrolana, el 54 % de los barcos fueron gaseros, mientras que en la bahía de Cádiz, el 45 % se corresponde con mercantes extranjeros, especialmente cruceros, y en Cartagena, el 27 % se correspondió con yates. 

¿Cuáles son las perspectivas para este año en la ría?

En la última mitad del año, la tendencia es la de ir agotando pedidos. No obstante, el encargo para la construcción de dos buques logísticos para la Armada de Australia, sellado en la primavera, despejará cuatro años de faena a partir del 2017.