Puro soul arropado por maestros del rock

FERROL

ANGEL MANSO

Un buen día, los músicos de la banda cedeiresa Los Eternos dieron con la voz de Carla de Figueredo; de su unión nació un grupo con un álbum que ya huele a éxito

24 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Ceñidísima falda negra de tubo, esmalte rojo en las uñas, camisa de cuadros y flequillo al estilo pip-up. Carla de Figueredo no puede negar que es forofa de los años 50, pero no solo a la hora de crear su fondo de armario, sino también en sus gustos musicales. Posee una voz increíblemente dotada para el blues y el soul, pero sus tatuajes y su rebelde peinado denotan también cierto ramalazo roquero. «El amor por la música me lo inculcaron mis padres: cuando éramos pequeñas, solían despertarnos con música a todo volumen y mis hermanas y yo corríamos como locas hacia el salón para cantar y bailar. Gracias a mi madre descubrí el soul, mientras que mi padre era la parte más roquera. La verdad es que formaban la pareja perfecta, con ellos era difícil no apasionarse por la música», cuenta Carla con orgullo de hija.

Aunque ahora ya no están, ella los tiene siempre muy presentes. Sobre todo cuando entona A change is gonna come, la última canción que le cantó a su madre. Y The last train, dedicada a su padre. Son dos de los doce temas que ponen alma a Demons, el nuevo álbum The Hellbuckers, el grupo que Carla creó hace ya dos años junto a tres músicos de la aplaudidísima banda cedeiresa Los Eternos: Cudi Eterno (bajo), Chewis Eterno (guitara) y Marcos Sánchez (batería).

La joven cantante coruñesa los conoció porque colaboró con ellos en la grabación de un videoclip; después les dio clases de canto... Y enseguida surgió el flechazo. Cudi cuenta que él y sus compañeros se quedaron prendados de la voz y del «feeling» que desprende Carla sobre el escenario. «Es una voz negra atrapada en un cuerpo blanco», advierte el bajista. Y ella no se queda atrás en halagos para sus queridos «eternos»: «Somos una banda en la que cada miembro es imprescindible. Además de tener infinitas virtudes, mis compañeros me dan muchísima energía y cada día aprendo algo nuevo con ellos. Son una familia para mí».

Poseedora de un estilo muy personal ?que fusiona garage y soul y que algunos ya etiquetan como power soul y otros como rockin’soul?, la banda se estrenó en el mercado discográfico con un single que incluía una versión de Aretha Franklin y Carol Fran y, para su sorpresa, fue todo un éxito. «En pocos meses se vendieron todas las copias y alucinamos», rememora Carla. «Partíamos de cero y nos quiedamos sorprendidos de que un grupo nuevo tuviese tan buena aceptación», apostilla Cudi a renglón seguido.

Ahora regresan a la carretera para dar a conocer Demons, un trabajo nuevo, mucho más íntimo y personal, compuesto por once temas propios y solo una versión (Change is gonna come, de Sam Cook). La mayoría de las melodías son de Chewie y las letras llevan la firma de su pareja, Arantza Navarrete, pero Demons es tambien el fruto de un trabajo en equipo que se fraguó en el local de ensayo que tiene la banda en el polígono de A Gándara. «Siempre partimos de una idea y allí le damos forma hasta que nos gusta el resultado. Después hacemos una primera grabación y, si al escucharla no nos convence, volvemos a darle más vueltas antes de llevarla al estudio», comenta Cudi.

Demons, cuyo título hace referencia a esos demonios que todos llevamos en nuestro interior, se publicó el pasado día 15. En el programa El Sótano de Radio 3 ya ha sonado en exclusiva y el videoclip del primer single del álbum se estrenó por todo lo alto en la web de la revista Ruta 66. ¿Acaso alguien podría soñar con un arranque mejor? «No nos esperábamos nada así y la verdad es que estamos muy agradecidos», dice Carla emocionada. Su voz, puro soul, y el rock de sus eternos tienen la culpa.

EN CORTO

Nuevo disco. La banda acaba de publicar su primer long play, Demons, editado por H-Records y Tualmonteyyoalmar. El disco está compuesto por doce temas de rock y soul, once de ellos de composición propia.

Conciertos. El grupo tocará el 5 de agosto en Cedeira y el 6 de ese mismo mes en el festival Esmelle Rock.