Manu Miranda: «Echo de menos el fútbol todos los días»

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso Lois FERROL / LA VOZ

OPA RACING

Manu Miranda, excapitán del Racing de Ferrol
Manu Miranda, excapitán del Racing de Ferrol ÁNGEL MANSO

Se cumplen diez años de la retirada del fútbol del excapitán del Racing de Ferrol. La pelota le hizo feliz, Vázquez, el Beasáin y el Ceuta le marcaron

22 feb 2016 . Actualizado a las 09:02 h.

Diez años se cumplen de la retirada del fútbol de Manu Miranda (Ferrol, 1971). El gran capitán del Racing repasa su carrera con una feliz melancolía, abriendo las puertas a la autocrítica y con la felicidad máxima del recuerdo del ascenso ante el Ceuta. Aquella vida terminó un domingo en Cantarrana. «Jugaba un Viveiro-Lalín y no pude salir por mi propio pie de un campo de fútbol, sino a hombros porque no había camilla. Recibí una entrada por detrás en la rodilla y ya no volví a jugar al fútbol. Me habría gustado retirarme de otra forma, recapitulando todo lo que había hecho porque el fútbol fue mi vida hasta que lo dejé. Salí triste, y ni siquiera era consciente de que vivía mi último partido, aunque la rodilla no fuese bien».

-¿Cuál fue el diagnóstico?

-Ya tenía operada esa rodilla. En la segunda temporada en el Málaga me había roto el cruzado y el menisco, pero la resonancia ahora también enseñaba el cartílago desgastado. La rodilla no era estable. No era imposible volver, pero tenía ya 34 años, jugaba en Tercera, ya no era profesional del fútbol, surgió un trabajo y tuve que decidir. No me veía bien después de tres meses parado.

-Llevaba tiempo sin disfrutar del todo.

-En el Pontevedra disfruté de mi último año bueno de verdad. Luego en Cerceda y Viveiro ya tenía alguna lesión muscular, además de las rodillas operadas de antes, y sufría al acabar los partidos.

-Echa mucho de menos el fútbol.

-Muchísimo porque no puedo jugar al fútbol ni con los amigos por las rodillas y los gemelos. Jugué un año con los veteranos, pero lo tuve que dejar porque después de cada partido hasta el jueves no era persona. Echo de menos el fútbol todos los días, más de lo que la gente sabe, aunque a veces no vaya al Racing, porque me gustaría estar ahí y no puedo.

-Pero se desvinculó del fútbol totalmente.

-Claro que me hubiera gustado seguir ligado al fútbol, estar con niños, enseñar... Pero el trabajo no me lo permite por tiempo.

-Debutó ya como juvenil.

-En mi segundo año juvenil Jesús Tartilán me convocó dos veces, pero no llegué a jugar, y José López me hizo debutar en Segunda B con 17 años. Fue una liga dura, había problemas económicos, bajamos... Pero disfruté mucho.

-Su abuelo ya era futbolista.

-Mi abuelo era asturiano, vino a Ferrol y jugó en el Racing, y en el Barcelona creo que entre 1932 y 1934. Yo nací en el Inferniño, me levantaba, abría la ventana de casa y tenía delante el campo de fútbol, además de la vocación que me venía de mi abuelo, que era extremo izquierdo. Mi padre jugó en los juveniles del Racing pero se fue más por la música y dejó el fútbol. Mi hijo es ahora portero en el Portuarios infantil. Siempre le digo: ?¡Portero, toda una responsabilidad!? Lo importante para mí es que haga deporte, esté rodeado de gente y haga amistades.

-Su mayor palo fue el ascenso frustrado ante el Beasáin.

-Soy feliz en mi vida personal, así que aquello fue una desilusión enorme, uno de los peores días de mi vida, que luego lo suplí con el ascenso ante el Ceuta.

-¿Qué es lo primero que ve de ese día?

-Podría contarlo minuto a minuto. Cuando el árbitro pitó el final liberé una emoción que no había sentido nunca. La televisión enseñó la imagen de mi abrazo con mi mujer en la grada, y mi camiseta, en la que había puesto, ?María, te quiero?. Llevaba tres partidos seguidos marcando y empecé a llevar camisetas por debajo. Víctor [Piñeiro], el ATS, me dijo en el partido anterior en Ceuta, ?haz una para tu mujer?, y la volví a usar en A Malata. Al terminar, sabía que nos iban a quitar la ropa, pedí que me guardaran la camiseta del Racing para conservarla y las cámaras me sacaron con esa camiseta todo el tiempo. Al día siguiente muchas mujeres me comentaban el detalle de la camiseta de ?María, te quiero?. Me paseé por todo el campo con ella y fue una imagen que me recordaban en Ferrol.

-Solo unos meses después, se marchó. ¿Se arrepiente?

-Pocas veces lo dije. Pero yo me equivoqué mucho. Me arrepiento todos los días de haber tomado esa decisión. Me tenía que haber quedado aquí. Sí que el fútbol que planteaba Luis [César] en ese momento era un fútbol más físico. Yo no tenía ese físico. Llegaba otro jugador para el medio campo [David Darmon] y yo veía que no iba a jugar. Pero yo era el capitán del Racing, tenía aquí mi familia, mi vida. No sé qué fui a hacer a Castellón.

-Sí disfrutó antes en Málaga.

-Sí, disfruté mucho, y también mi mujer. Metíamos más de 15.000 personas en el campo cada domingo en Segunda B. La ciudad vivía el equipo. Yo era joven, en mi plenitud, y el primer año lo disfruté al máximo. Desgraciadamente apareció la lesión y el segundo lo pasé en blanco.

-¿Qué habría pasado con su carrera si tuviera otro físico?

-Soy consciente de que mi físico no era el idóneo ya para Segunda B. Yo era muy frágil, pero además ahora sé los errores que cometí. Fui un vago en el trabajo físico. Tendría que haberme machacado más porque si estás bien de piernas, lo estás de cabeza, y si tienes técnica, te lleva más arriba. Hoy hay gente muy limitada técnicamente en Primera y Segunda, pero muy lista tácticamente y muy potente físicamente. Ese físico te ayuda a subir peldaños. Yo sé que era débil, no presionaba, y ahora lo reconozco, tenía que haber dado un poco más. Hay que luchar, cuidar todos los detalles, el gimnasio, la alimentación... Me di cuenta más tarde. ¡Acabé jugando de central y sacaba balones de cabeza!

-¿De quién aprendió más?

-De Fernando [Vázquez]. No paraba de hablar de fútbol y yo era muy joven, escuchaba y descubría un fútbol más moderno, que hasta entonces no había visto... Con libretas, pizarras... Me marcó. Subimos a Segunda B jugando con solo un central puro, Alberto, y teníamos posesión casi todo el partido.