Giro a la izquierda

Manuel Couce DESDE LA ALAMEDA

FERROL

29 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Coinciden pensadores políticos en la opinión de que estamos viviendo una penuria ideológica, razón por la cual surgen los llamados populismos, pues cada vez la gente es menos receptiva y le preocupa poco lo que dicen algunos gobernantes. También comprueban que se van reduciendo, peligrosamente, las distancias entre la izquierda y la derecha, y por ello esta sociedad camina a peor, y a pesar de que la economía apunta un devenir, positivo pero tan lento que Job no llegaría a santo con Rajoy. Pero visto lo que hay, atrás quedan los tenaces luchadores que defendían a muerte las conquistas sociales emprendidas por gobiernos de izquierdas, mientras la derecha usa hábilmente la palabra envuelta en la mentira para seguir en el machito con comportamientos en defensa del libre mercado, puro y duro. Afortunadamente están saltando a la vida política jóvenes que nada tienen que ver con un piquete de Sálvame y que se atreven a calificar de falsa representación a los políticos actuales, aunque estos sigan llamándoles jinétes del Apocalipsis.

Y mientras esto ocurre, una buena parte de la sociedad sigue sufriendo las consecuencias de una apatía muy generalizada, se admite que no se normalice la situación de los cinco millones de parados, porque las medidas que se están tomando no remedian el futuro de tantas familias que lo están pasando muy mal. Por todo ello, comenzó un giro en las elecciones en Andalucía. Con la que está cayendo por aquellas latitudes, sus gentes votaron mayoritariamente a la izquierda tradicional, la que está obligada a reinventarse y a redefinirse con el principio básico de que cada ciudadano no es un número y que la economía tiene que ser más justa con todos, para acabar con el juego diabólico de que está mejorando cuando el paro sigue aumentando.

Después de esas elecciones hemos visto las caras de rioja en los populares, sus palabras eran de conclusiones fáciles. Seguro que los instrumentos que nos llevaron a esta situación no los van a cambiar, y aunque pueda parecer maniqueísmo, en política hay buenos y malos, pese a que la derecha cuando predica no hace esas distinciones, pero la verdad es que en España hay más multimillonarios que nunca y también más pobres. Por eso el socialismo ya no tiene un largo plazo para cumplir con rigor e imaginación sus deberes, y convencidos de ellos deben seguir siendo fieles servidores de la justicia y de la solidaridad.