«Algún día me jubilaré de verdad»

FERROL CIUDAD

Carlos Bremón, ante la piscina de Batallones
Carlos Bremón, ante la piscina de Batallones JOSÉ PARDO

Carlos Bremón, lleno de inquietudes y ahora presidente de la Federacón Gallega, se resiste a dejar la natación: «Sería renunciar a una parte de mi vida»

02 feb 2015 . Actualizado a las 09:17 h.

Aunque nacido en A Coruña, Carlos Bremón lleva más de media vida en Ferrol. Deportista desde muy diferentes facetas, la natación le atrapó como practicante, padre, directivo y entrenador. Desde hace dos años preside la federación gallega.

-Consciente de que los cargos directivos son desagradecidos, ¿cómo asumió la presidencia?

-Aún me lo estoy preguntando (ríe) y mi familia me lo pregunta todos los días. Después de tantos años en la natación, aún me quedan ganas. Ahí está el porqué. Dejarla sería renunciar a una parte muy importante de mi vida y a nadie le gusta eso. Me plantearon que echase una mano cuando Carlos Touriño no podía seguir de presidente y luego prolongamos. Aunque al jubilarme tenía muchos otros planes, porque me gusta escribir y varios deportes, pero los aparqué para algún día, cuando me jubile de verdad.

-Practicante, padre, entrenador, directivo... ¿Con qué se queda?

-Con la faceta de entrenador, aunque solo sea por darme de comer a mí y a mi familia, luego con la de nadador, en tercer lugar con la de directivo y en cuarto con la de padre, lo que peor se lleva. Es una tarea sacrificada, con sus obligaciones y derechos.

-Pero las sensaciones de la competición no las brinda nada.

-Si no fuera así... Cuando un deportista logra un éxito, la satisfacción dura horas, o segundos, como un orgasmo deportivo en el que disfrutas mucho los primeros instantes y luego deja una sensación grata mucho tiempo. Es algo muy difícil de conseguir en otras facetas de la vida. Pero esa satisfacción enorme la experimentas pocas veces.

-De adolescente se convirtió en estrella televisiva.

-En 1966 TVE promovió un concurso cultural por equipos, La Unión Hace la Fuerza. La provincia de Coruña, quizá porque allí estaba Radio Nacional de España, representó a Galicia. Yo estaba entrenando en la Blume y me escogieron como el deportista del equipo. El entrevistador hacía preguntas de todo tipo y, si el equipo no sabía contestarlas, el deportista actuaba como redentor del fallo, por ejemplo nadando 50 metros cada vez más rápido. En las Navidades del 67, perdimos a la final ante Zaragoza.

-Aquello le dio notoriedad, y hasta hizo el saque de honor en un partido del Dépor en Riazor.

 

-Los integrantes del equipo asistimos a varios homenajes y hay gente que, 50 años después, aún me recuerda por aquello. En el programa conocí a gente muy brillante de la cultura, como Vicente Pujalte, padre de la actriz María Pujalte, o el matemático ferrolano Pérez Arévalo.

-Eran famosos.

-Fue una experiencia rara. Un deportista busca su minuto de gloria, ante un público muy concreto y escaso, con entrenamientos. Pero la televisión nos dio una difusión enorme. La gente nos identificaba por la calle. Podía llegar a un bar de Guadalajara y escuchar a un señor «yo a usted lo conozco». Daba un subidón, es cierto, pero llega a cansar.

-Vino a Ferrol muy joven, ¿cómo ve la evolución de la ciudad?

-Creo que hemos ido para atrás. La modernidad nos llega con retraso en muchos aspectos. Ferrol era una gran ciudad, próspera, con oportunidades. Pero ha recibido palo tras palo. Cuando parecía que el motor, la industria naval, se recuperaba, cayó otra vez. Se juntan la crisis naval con la global, hasta llegar el espectáculo de hoy, algo deprimente.

-¿Qué es lo que más valora un coruñés de Ferrol?

-¡Qué voy a decir del surf! Siempre me encantó disfrutar de la naturaleza, así que al llegar estaba maravillado. Recuerdo conversaciones con Vicente Irisarri sobre la cantidad de playas preciosas de Galicia, pero lo de aquí es para nota. Aunque la ciudadanía estaba de espaldas a esa riqueza paisajística. Conocían Cabanas, Miño, algo de Valdoviño... Pero había playas a las que nadie iba, como Ponzos. Eso cambió en gran parte gracias al surf, un motor para que la gente viera que en Ferrol había una costa y unas playas extraordinarias. La primera vez que vine, de adolescente, al atravesar As Pías en bus alguien me dijo que la sociedad de Ferrol era muy diferente a la de Coruña. Había dos o tres ferroles diferentes, cada uno tirando por su lado. Algo negativo que impide hacer ciudad.

-Sin instalaciones nuevas y sin piscina de 50 metros, ¿Ferrol está en precario en natación?

-Desde luego, son datos objetivos. Con la piscina de 50 metros parece que pidamos una catedral... Cuesta de 6 a 8 millones de euros y la situación económica hoy no es boyante. En su día, los políticos recibieron bien la idea, viéndola como una instalación comarcal, para varios municipios. Es una carencia común con otras ciudades de Galicia. A ver si conseguimos la piscina de 50 al salir de la crisis.

LA FICHA

Nació en A Coruña, pero vive en Ferrol desde hace varias décadas.

Nada desde los 8 años. Comenzó en el Natación Coruña y llegó a ser internacional.

Competidor durante casi 15 años, entrenador durante 42 (Natación Coruña, Cataluña, Canarias y Marina Ferrol). En la federación gallega fue director técnico, vocal, vicepresidente y seleccionador.

Preside la Federación Gallega de Natación.

«Con la piscina de 50 metros parece que pidamos una catedral... A ver si la conseguimos»