Detenido con los pantalones bajados y a punto de violar a su empleada

Noelia Silvosa
Noelia Silvosa FERROL / LA VOZ

FERROL

<span lang= es-es >El arma incautada</span>. La cuenta de Twitter del cuerpo municipal muestra el cuchillo intervenido en el operativo. La víctima lo había cogigo para intentar defenderse de su agresor. Afortunadamente, no tuvo que utilizarlo gracias a la rápida labor de los agentes.
El arma incautada. La cuenta de Twitter del cuerpo municipal muestra el cuchillo intervenido en el operativo. La víctima lo había cogigo para intentar defenderse de su agresor. Afortunadamente, no tuvo que utilizarlo gracias a la rápida labor de los agentes.

Un vecino que oyó gritos en el bar fue quien insistió a la Policía Local

29 ene 2015 . Actualizado a las 13:54 h.

Lo que se encontró la Policía Local en el fondo de un bar de la calle Río Castro fue de película. De las de terror, de esas que hacen que no le lleguen a uno las mantas para taparse los ojos. Ocurrió en la madrugada del martes. A eso de las cinco, la patrulla recibe un aviso. Un vecino estaba escuchando gritos que procedían de una cafetería en la citada calle, en Ferrol. La policía se dirigió hasta el lugar, pero se encontró con la verja echada y las luces apagadas. Todo parecía indicar que allí no podía estar sucediendo nada.

Pero un viandante insistió a los agentes. Les dijo que acababa de escuchar unos gritos que no podían presagiar nada bueno. Así que los policías decidieron acceder al local. Continuaron avanzando hasta que, en el fondo, se toparon con una escena dantesca: un hombre tapándole la boca a una mujer a la que agarraba por el cuello. Los dos con los pantalones a medio bajar. Se trataba del propietario del local y su empleada. Él estaba a punto de violarla. Afortunadamente, fueron dos las patrullas que acudieron al bar. Solo así pudieron reducir al individuo que finalmente detuvieron, que por su corpulencia y resistencia bien hubiese podido complicarles las cosas si en vez de cuatro hubiesen sido dos los agentes que se encararon con él.

Amenazó a los agentes

Y es que cuando procedieron a identificarle, cogió un cuchillo jamonero que se encontraba próximo a él y se lo empuñó a los policías tratando de herirles. Ya desarmado, continuó intentando golpearles hasta que finalmente fue reducido y esposado. El cuchillo era el arma que su víctima había cogido para intentar defenderse y evitar la violación que estaba a punto de perpetrar, pero no pudo hacerlo. La fuerza de su agresor superaba con creces a la suya, y solo la intervención policial pudo evitar el fatal desenlace.

Tal era la conmoción de la mujer, que salió corriendo despavorida a pesar de la presencia de los policías, que la alcanzaron dos calles más abajo totalmente atemorizada presa del miedo. Tras el arresto procedieron al traslado del detenido al Hospital Arquitecto Marcide. Allí continuaba escoltado ayer por la mañana, mientras que a ella la llevaron hasta el Punto de Atención Continuada (PAC). Ambos presentaban lesiones a consecuencia del forcejeo que habían mantenido, ya que ella intentó en todo momento defenderse y él no estaba dispuesto a dejarla escapar. La mujer presentaba golpes y él tenía la boca ensangrentada, producto de una patada con la que la víctima intento zafarse de la agresión sexual.

Habían sido pareja

Una vez finalizado el operativo, los policías supieron que el detenido había apagado la luz del establecimiento al ver desde dentro las de la sirena del coche patrulla. A la relación profesional de ambos se une su pasado como pareja. Él, vecino de Narón tiene 44 años. Su víctima, que reside la ciudad naval, tiene 26. Los hechos fueron puestos en conocimiento del Juzgado de Guardia de Ferrol.