En los últimos años, Navantia ha ido consiguiendo hacerse un hueco en la industria de la defensa de Brasil. En octubre del 2013 logró un contrato para el suministro de dos motores propulsores para una fragata de la clase «Niteroi», en el marco de un programa de modernización de ese buque. Un mes antes había resultado adjudicatario de un contrato similar, al hacerse con un pedido para suministrar los sistemas de control de los motores propulsores de una corbeta de la clase «Inhauma». En abril del pasado año, Navantia firmó con Synergy Group un acuerdo de entendimiento para la creación de una empresa estratégica de defensa con el objetivo de posicionarse como proveedor de referencia de la Marina brasileña. Son algunos de los pasos dados por la firma que preside José Manuel Revuelta con el fin de poder ganar nuevos contratos de fabricación de buques en el ámbito internacional.