Perico Castro en el Ateneo

JUANA P. LUNA JUANAPRIETOLUNA@GMAIL.COM JUANAPRIETOLUNA.BLOGSPOT.COM.ES

FERROL

Picasa

27 ene 2015 . Actualizado a las 04:48 h.

Las Cantigas de Alfonso X suponen, en la exposición de Perico Castro en el Ateneo, un punto de partida y a la vez un motivo que sirve a su autor para desarrollar un proyecto personal que gira en torno al enigmático e interesante cosmos del medievo, lugar lejano en el tiempo y lleno de enigmas, que tengo que confesar, me atrae enormemente, tanto por su estética como por su modus vivendi o esos misteriosos enigmas que han dado pie a tantísimas historias y leyendas. Contemplar, en esta ocasión, estas imágenes recreadas en las famosas Cantigas de Alfonso X, además de resultar un placer, también supone una ayuda para entender los usos, costumbres o actitudes que nuestros antepasados tenían. Así descubrimos como un autor moderno se recrea en símbolos, leyendas,? e incluso formas de expresión que en la actualidad apenas son utilizadas. A esto hay que añadir que Perico Castro es un pintor autodidacta, formándose a lo largo de los años en base a su personal visión y sus propios gustos resultantes del estudio de aquellas formas artísticas que le han interesado a lo largo de los años, de modo que descubrimos en su estética tanto estructuras del románico, como técnicas más cercanas al naif, sumados a dibujos a plumilla y todo ello entreverado con elementos recuperados del arte Celta, para finalmente dar con este estilo propio que solo el autor posee. Y en la Galería Sargadelos avanzamos unos cuantos siglos, acercándonos algo más al hoy en día pero sin llegar, y deteniéndonos en los años 40, aproximadamente, descubrimos como el gallego Seo, y dentro también de un estilo muy personal, le da una vuelta al trabajo del maravilloso artista Mark Rothko, uno de los principales representantes de la abstracción americana. Recordemos sus maravillosas pinturas en donde el color hace la vez de lenguaje universal, llevando a este al culmen de la universalidad de la percepción y transmisión de emociones con la experiencia de su personal Capilla de Rothko situada en Texas. Seo le da una vuelta al trabajo del artista partiendo de emociones complejas y llevadas al límite para, con un cambio de lenguaje, pues Seo utiliza un expresionismo figurativo deformando lo real y añade además cierta simbología universal, acercarnos a esa tristeza infinita que al universal Rothko empujó al suicidio. crítica de arte