La gestora de la Cámara inicia los pasos para la liquidación del ente

FERROL

Los integrantes de la comisión analizaron los distintos trámites que establece la nueva ley

22 ene 2015 . Actualizado a las 11:40 h.

No hay pronunciamiento oficial en ese sentido, pero la Xunta ha comenzado a dar los pasos establecidos en la nueva ley de acompañamiento a los presupuestos para este 2015 -que entró en vigor el pasado día 1- que encaminan a la Cámara de Comercio de Ferrol hacia su disolución. La comisión gestora que desde hace casi un año se ocupa de dirigir al centenario organismo ferrolano mantuvo un encuentro en la mañana de ayer en Ferrol para llevar a cabo uno de los requisitos establecidos en la nueva normativa, para aquellos casos en los que se hayan convocado elecciones y no hubiera habido candidatos que concurrieran al proceso. Es el caso en el que se encuentra la de Ferrol.

En la reunión se cambió la configuración de la comisión gestora, que ha pasado de ser integrada por nueve miembros designados por la Consellería de Economía a contar con ocho, seis representantes de la administración autonómica, y dos a propuesta del Consello Galego de Cámaras. En concreto, por portavoces de los organismos camerales de Vilagarcía y Santiago de Compostela.

El proceso

Los integrantes de la comisión gestora analizaron los distintos trámites que establece la nueva ley, aunque sin fijar plazos. Como en los procesos de liquidación de las empresas, habrá que designar un administrador que tome el relevo a la comisión en la gestión de la entidad, aunque para llegar a esa fase aún habrá que solventar otros trámites.

Tras el encuentro de ayer, los trabajadores reclamaron a los miembros de la comisión gestora el abono de una de las nueve pagas pendientes -ocho nóminas y la extra- con el dinero que aún hay en la caja, cuestión que se comprometieron a analizar.

De baja médica

En estos momentos quedan siete trabajadores en la plantilla, tres de los cuales están de baja médica. Uno ha seguido los pasos del secretario y ha solicitado la rescisión del contrato.

La crisis económica que venía arrastrando la Cámara se agudizó con la supresión de las cuotas empresariales obligatorias, y estalló con la dimisión de la mayoría del pleno de la corporación, ante la imposibilidad de afrontar la devolución del crédito concedido por el Ministerio de Industria para construir una nueva sede en el puerto exterior.