La Armada prevé para verano del 2016 la prueba de misiles de la F-105

Andrés Vellón Graña
andrés vellón FERROL / LA VOZ

FERROL

La Marina ha de conjugar los gastos y la disponibilidad de Estados Unidos

20 nov 2014 . Actualizado a las 11:48 h.

La Armada tiene previsto que sea en el transcurso del 2016, en concreto durante los meses estivales, cuando al fin se pueda realizar en aguas de Estados Unidos la prueba de lanzamiento de misiles de su fragata más moderna, la Cristóbal Colón (F-105).

Se trata de un test habitual para este tipo de unidades pero que, en el caso de la última de la serie F-100, se ha demorado más de lo previsto como consecuencia de la crisis y los recortes en el Ministerio de Defensa. El hecho de que ahora comiencen a mejorar las cifras presupuestarias permite plantearse este horizonte, aunque todavía no se trata de algo definitivo.

A grandes rasgos se pretende conjugar en las mencionadas fechas las disponibilidades económicas de la Marina y las de Estados Unidos a la hora de poder utilizar sus polígonos de tiro. Estas pruebas comprenden un exigente test de contraste de todo el sistema de misiles que abarca desde los lanzadores hasta los mecanismos de carga y las comprobaciones de todos los protocolos de seguridad. Finaliza con los lanzamientos y evaluación de sus resultados.

La fragata puede operar sin haber pasado estas pruebas, aunque son importantes para el barco e, incluso, puede llegar a utilizar ese armamento antes de realizar los ejercicios, pero solo en un caso de extrema necesidad.

De hecho, la F-105 ya ha operado cuatro meses como buque de mando de una de las flotas permanentes de la OTAN en aguas del Índico durante cuatro meses, cumpliendo su cometido en la que fue su primera misión internacional. La más moderna de las fragatas de la serie F-100 -y la última, tras descartarse ya la F-106- fue entregada a la Marina por parte de Navantia el 23 de octubre del 2012.

Piedra de toque

La prueba de lanzamiento de misiles en aguas de Estados Unidos será la piedra de toque definitiva para una unidad compuesta por una dotación de alrededor de doscientas personas.

La Cristóbal Colón es, tal y como la define la Armada, «un buque moderno que nace como evolución de sus hermanas de la serie F-100». «En su concepción de habitabilidad se ha procurado que el buque, dentro de la austeridad que impera en el diseño de un barco de guerra, sea cómodo y acogedor para la dotación que lo conforma tanto en la mar como en puerto. Además, se han optimizado los aspectos necesarios para actuar como buque de Mando y Control capaz de proporcionar cobertura a fuerzas expedicionarias, operar en zonas costeras y en alta mar de forma flexible», concluyen.

Fue precisamente este último aspecto, el de las labores de mando y control, donde tuvo que poner el acento en su primer y, hasta ahora, único despliegue con la OTAN.

Sus características le permiten trabajar en todo tipo de escenarios, no solo en operaciones convencionales sino también en misiones humanitarias y de mantenimiento de la paz.