José Carrillo en el Ciber de Mao

Juana P. Luna JUANAPRIETOLUNA@GMAIL.COM JUANAPRIETOLUNA@BLOGSPOT.COM.ES

FERROL

José Carrillo.
José Carrillo. juana p. luna < / span>

Crítica de arte

20 oct 2014 . Actualizado a las 12:09 h.

Universos Fractales es el título de la exposición que el fotógrafo José Carrillo inauguró el pasado viernes en El Ciber de Mao en Fene, una muestra que a lo largo de este año ha sido expuesta en distintos puntos de nuestra geografía y de la que el autor ha hecho varias series debido al éxito que ha tenido. Y es que este éxito no es algo gratuito, tiene su lógica razón de ser, pues en la contemplación de las fotos de Carrillo descubrimos un proceso pleno de compromiso y reflexión con el que el autor aborda la creación de todas y cada una de sus imágenes. Hay algo, desde mi punto de vista, fundamental para entender la fotografía de paisaje hoy en día, algo que la distingue de la fotografía, por llamarla de algún modo, pre-digital, y es la cuestión económica. Cuando usábamos carrete, nos preocupábamos muy mucho de ser certeros en el disparo, lo cual nos obligaba, de alguna manera, a ser mucho más reflexivos sobre el trabajo. Así el hecho de pararse a hacer comprobaciones técnicas invitaba a parase a observar elementos como el encuadre, valorar nuestros objetivos, entender nuestros procesos mentales sobre el trabajo en el que estábamos imbuidos, saber esperar a la mejor ocasión? Con la fotografía digital, esa mejor fotografía viene en el medio de otras doscientas del mismo motivo, pues la economía no es algo a tener en cuenta, es igual hacer una foto que llenar la tarjeta. Esto supone desde muchos puntos de vista una gran diferencia entre los paisajes de aquellos que están acostumbrados a pensarse mucho la imagen y de los otros que su primer contacto con la foto fue ya digital. Y esta reflexión la percibimos al instante en las fotos de Carrillo, son unas imágenes que no aburren, que no son iguales a otras, no nos traen algo conocido sino que reinterpretan lo visto para darle nuevos valores, son fruto de la observación, de la espera, del análisis.

Los lugares elegidos los conocemos todos, pero en estas fotos, en ocasiones, nos cuesta reconocerlos porque de ser espacios comunes, transitados y habitados pasan a ser espacios especiales, tocados por la varita mágica del fotógrafo, espacios a los que se los despoja de la cáscara de la vulgaridad para, como a una Cenicienta, convertirlos en algo especial, aunque solo sea en esa foto. Carrillo entiende el paisaje como algo vivo, lleno de detalles que fluyen y cambian, las nubes, el agua, el polvo, el aire, los árboles, las construcciones...Pasan a tener algo que decir, y lo dicen porque el fotógrafo escucha y observa lo que el conjunto transmite. Esto se nos presenta como el origen del proceso artístico, tiene que haber esa quietud, y la hay, para generar la complicidad con el espacio, para descubrir todo lo que ese paisaje ofrece, no solo lo obvio, lo manido, o lo conocido. Y después de la observación viene la reflexión en torno a lo que se quiere decir, a descubrir si es lo apropiado para su propio discurso. Y por último, el compromiso con el trabajo realizado, consigo mismo y con el público. Realmente este proceso es difícil de encontrar y si algo sorprende es lo fácil que ha sido descubrirlo en el trabajo de José Carrillo, en sus fotografía de paisaje, que como joyas deslumbran al contemplarlas.