Crecen las protestas por los retrasos y la falta de mantenimiento de Feve

Ana f. Cuba CERDIDO / LA VOZ

FERROL

CÉSAR TOIMIL

Los usuarios temen el desmantelamiento del servicio, que les dejaría sin un transporte público para poder acceder al trabajo o al centro de estudio

18 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde hace varios meses los usuarios de Feve, entre Ferrol y Ribadeo, sufren continuos retrasos en las horas de llegada y salida de estaciones y apeaderos. «Entre 10, 15 ou 20 minutos case todos os días», asegura Pili López Mouriz, vecina de A Barqueira, que utiliza el ferrocarril a diario para desplazarse a su puesto de trabajo, en Ferrol. El jueves la demora alcanzó la media hora, tiempo que permaneció el tren procedente de la ciudad naval en San Sadurniño hasta reanudar la marcha hacia Moeche. De hecho, «a xente que ía a Ortigueira tivo que viaxar en taxi porque xa suprimiron ese tren», cuenta.

Hilda Rivera Rubido, residente en Loiba (Ortigueira) y viajera hacia Viveiro, de lunes a domingo, también ha denunciado las demoras cada vez más frecuentes y prolongadas, algún día de cerca de tres horas, «e sen previo aviso». ¿A qué se debe que el servicio haya empeorado tanto? En respuesta a alguna de las reclamaciones presentadas por usuarios del tren, la empresa, además de pedir disculpas por las molestias ocasionadas, alude a «restricciones en la marcha por el estado de las infraestructuras (aplicadas, al parecer, a raíz del accidente ferroviario de Angrois)» para explicar la ralentización.

La compañía Feve se integró hace algún tiempo en Renfe Viajeros, que se ocupa de la gestión, mientras el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) se encarga del mantenimiento, otro de los motivos de queja de los usuarios. «Hai estacións sen luz, porque non cambian as lámpadas cando se funden; o inverno pasado, no apeadoiro de Moeche, que queda moi alonxado, unhas nenas viñan con linternas porque non había luz», relata Pili. En la parada de Cerdido (situada en realidad dentro del municipio de Moeche), además de estar a oscuras, el baño de las mujeres lleva dos semanas cerrado, desde que apareció un boquete en el techo. «En vez de reparalo pecharon a porta e non se pude usar», señala una estudiante que se sube al tren cada día para dirigirse al instituto a Ferrol. A mayores, indican los usuarios, la maleza y las ramas de los árboles «van tocando con los vagones porque este verano no han limpiado nada». Y los eucaliptos crecen al pie de las vías.

Imposible pagar el billete

Tampoco es posible, en varios trayectos, abonar el billete, al carecer de revisor. Esto, unido a los retrasos y la falta de mantenimiento hacen temer «o desmantelamento do servizo», lo que dejaría «sen alternativa de transporte público» a muchos vecinos, puesto que los horarios de los autocares «son aínda menos compatibles co traballo ou o estudio que os do ferrocarril».

Los alcaldes de San Sadurniño, Moeche, Ortigueira y Cerdido comparten la inquietud por esta situación. El nacionalista Secundino García cree «fundamental (el tren) como vertebrador da comarca» y sostiene que «se non se usa máis é porque as condicións e os horarios non se axustan á demanda». Xulio Cribeiro es partidario de «mejorar y optimizar» su funcionamiento. Para el popular Rafael Girón «es clave para garantizar la movilidad entre Ferrolterra y Ortegal y para desplazarse dentro de Ortigueira». Aboga por «optimizar el servicio y potenciar su competitividad, introduciendo las mejoras precisas para ajustarlo a las necesidades reales de los vecinos y contribuir así a fomentar su uso». Ana Rodríguez propone una reunión de mandatarios locales para abordar el problema.