Al ser estudiantes de Bachillerato no tienen bus aunque residen en el rural
11 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Con el inicio del nuevo curso lectivo alumnos de bachillerato del IES Fraga do Eume de Pontedeume han quedado excluidos del servicio de autobús escolar, al que hasta ahora podían acceder y este año no dispone de plazas libres. En concreto, según explican desde la Asociación de Nais e País (Anpa) del instituto, 25 de los 52 alumnos de bachillerato se han quedado sin autobús. Esta situación ha provocado que muchas familias tengan problemas para llevar a sus hijos a clase por dificultades para ajustar el horario con el de sus trabajos.
La asociación de padres ha remitido un escrito al inspector de Educación, Juan Granado; al xefe territorial de A Coruña de la Consellería de Educación, Indalecio Cabana; y al conselleiro de Educación, Jesús Vázquez Abad, para trasladarles la problemática a la que se enfrentan los estudiantes. «Somos coñecedores de que por ser un ensino non obrigatorio, a Administración non ten a obriga de prestar este servizo os alumnos de Bacharelato, pero nesta ocasión hai que ter en conta que os alumnos prexudicados non teñen alternativa de transporte público para asistir as súas clases», explica en el escrito la presidenta del colectivo, Fina Fraga.
Los alumnos residen en zonas rurales de Pontedeume y de otros municipios de la comarca como Cabanas, A Capela, Monfero o Vilarmaior. Los padres explican que no solo no pueden hacer uso del transporte escolar, sino que tampoco tienen la alternativa de acudir a clase en el autobús regular de arriba por falta de horario. «Os alumnos da parada de Laraxe non dispoñen de liña regular de autobús ata as 9.30h, con chegada o IES ás 9.35 horas cando as clases dan comezo 1 hora antes, ás 8.30 horas. Os das parroquias de Santa Cruz, Santa Eulalia e outras, que están na ruta da liña de autobús que pasa por As Pontes de García Rodríguez, só poden regresar ás súas casas no autobús que sae de Pontedeume ás 19.15 horas (cinco horas despois do remate das clases). Neste caso os alumnos, que son menores de idade, están obrigados a comer e pasar o día fóra das súas casas», explican como ejemplo.
Creen que esta situación supone una discriminación para los niños que residen en las zonas rurales. «Sabemos que al no ser educación obligatoria no tienen la obligación de poner autobús, pero que pasa, ¿acaso nuestros hijos que no viven en la ciudad no tienen derecho a ir clase?», critica Fraga.
Coches compartidos y turnos
Ante esta disyuntiva, los padres ya han comenzado a buscar alternativas para facilitar la asistencia al colegio. «Yo tengo que llevar a mi hija que estudia bachillerato, y llevo también a un sobrino y a otros amigos hasta llenar el coche», explica Fraga. Otros padres han optado también por compartir el coche y hacer turnos para facilitar la asistencia a clase. «No tenemos otra opción, porque la línea regular tampoco es opción por la falta de horario y paradas».
Los afectados reclaman a la Consellería que refuerce la línea de transporte escolar en la que ahora estos alumnos de bachiller no tienen plaza hasta cubrir la demanda.