Aclunaga se brinda a Navantia para que el 100 % del flotel se haga en la ría
28 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.La crisis del naval ha dejado al menos una docena de compañías cerradas y alrededor de 4.000 puestos de trabajo destruidos. Pese a que tanto el flotel para Pemex como el Buque de Acción Marítima (BAM) no servirán para recuperar ese volumen de empleo perdido, muchos de los operarios que han tenido que anotarse obligatoriamente en el paro veían en ambas obras -la segunda aún sin firma de contrato ni fecha de arranque- la posibilidad de reenganche laboralmente en el sector. Por ello, la decisión de Navantia de desviar ocho de los 86 bloques del buque de la petrolera mexicana al astillero de Puerto Real ha caído como una jarra de agua fría en los trabajadores de empresas navales.
David Vellón, trabajador de la recién liquidada Atenasa, considera «una vergüenza» que la escasa ocupación que representa la que fue principal promesa electoral de Núñez Feijoo para el naval haya ahora que compartirla con los astilleros andaluces. En su opinión, ahonda en las mentiras que se han vertido a lo largo de los últimos años tanto desde el ámbito autonómico como central.
Javier Janeiro también encuentra un agravio para los trabajadores del sector que se derive faena fuera de la comarca. Aunque admite que la obra es pequeña -unos meses para una treintena de operarios- subraya que no se entiende una medida de ese estilo cuando en la comarca hay un número tan elevado de parados del sector.
Otro empleado de una firma señera de Ferrolterra recuerda que la obra de Pemex se enmarca en un acuerdo entre la Xunta y la petrolera mexicana. Además, critica que la empresa haya tomado esa decisión por un retraso de tres meses y sostiene que, aún existiendo demora, podría haber tomado medidas paliativas sin llevarse la obra a Cádiz. «Existe un interés político por demostrar la falta de competitividad de Navantia en el mercado civil, con el objetivo de privatizar la antigua Astano el año próximo», sostiene, al mismo tiempo que defiende que este argumento se refuerza con el pase de la gestión de Navantia al Ministerio de Defensa.
Postura del clúster
Por otro lado, la Asociación Clúster del Sector Naval de Galicia se posicionó ayer claramente en contra de la medida. «Considerando la capacidad y competencia del astillero ferrolano y de nuestras industrias auxiliares concentradas en Galicia, no entendemos que se ponga en duda el buen hacer de los trabajadores y trabajadoras que durante años han construido los buques y artefactos más importantes de España», afirma su presidente, Fernando Alcalde.
Tras abogar por que la compañía cambie esa decisión, la entidad sectorial se pone a disposición de Navantia para «estudiar todo tipo de soluciones o colaborar para que la situación se reconduzca y que el cien por cien del buque sea construido en Ferrol». Aclunaga recuerda que la comarca no puede permitirse perder más empleos.