Y el pueblo entero se echó a correr: ¡Cuatrocientas mujeres de As Pontes se han pasado al running a lo loco!

Paulo Alonso Lois
P. Alonso LA VOZ

FERROL

JOSÉ PARDO

Las tortugas, las liebres y las gacelas del Olympo conquistaron A Coruña el pasado fin de semana

27 sep 2014 . Actualizado a las 10:14 h.

Madres, hijas, abuelas, amas de casa, profesionales liberales, estudiantes, señoras de la laca, curiosas, activistas... De todo hay en el inmenso grupo femenino del Atletismo Olympo, el club de As Pontes que, por segundo año, acaba de reunir más participantes que ningún otro en la Carrera de la Mujer de A Coruña. Más de 400 inscritas. Solo si medio pueblo se echa a correr se puede reunir tal participación. Una aventura que comenzó hace algo más de un año y que aún no ha encontrado techo porque el boca a boca de una experiencia saludable y divertida no hay quien lo pare.

El Olympo inició una nueva etapa hace un par de años con el objetivo de promover el atletismo y hábitos de vida saludables. «A parte dos nenos cubríamola na escola. E os homes xa adoitan facer deporte pola súa conta. Así que pensamos nunha actividade para adultas. A Carreira da Muller era ideal para chegar á xente que menos estaba en contacto co deporte porque está moi ben organizada e ten unha boa causa [recaudar fondos para la lucha contra el cáncer]», explica Susana Castro, presidenta del club de As Pontes y que llegó a ser campeona de España de varias distancias en categorías inferiores.

Fijaron tres grupos: las tortugas, personas sin apenas contacto con el deporte que comenzaron caminando y un día a la semana hacían algo de gimnasia; las liebres, mujeres con mejor condición física y alguna experiencia en el deporte, que empezaron a correr con regularidad y hacer circuitos, y las gacelas, el grupo más en forma. El proyecto de As Pontes arrancó en junio del 2013 y en septiembre ya reunieron en los Cantones de A Coruña a 277 atletas, mayoritariamente de 30 a 60 años. Récord. El frío, la pereza y la oscuridad del invierno desconectaron un tiempo a la gran mayoría, pero la semilla ya había prendido. Casi un centenar de mujeres siguió luego la planificación de los entrenamientos del Olympo. Y algunas compitieron con frecuencia.

El pasado verano se puso en marcha otra vez la cadena. Unas empezaron a andar, otras siguieron corriendo y algunas ya estaban más pendientes de sus marcas. «O obxectivo deste 2014 era chegar ás 300 inscritas, co que superaríamos a cifra anterior. Pero formárase un grupo cun ambiente divertido e foise sumando máis xente. Ás que se apuntaban á carreira, enviabamoslles por e-mail o plan por se non podían vir aos adestramentos polos horarios ou calquera motivo. O grupo terminou atraendo xente dos arredores das Pontes tamén», explica la coordinadora de las actividades, que en su día a día lleva el secretario del club, Miguel Vilaboy.

El Olympo organizó tests sencillos de tres, cuatro y luego cinco kilómetros, para que las inscritas tuviesen una referencia de los ritmos que podrían seguir en A Coruña. Y los grupos de Facebook y WhatsApp hicieron el resto.

El tema terminó con 407 inscritas dentro de un concello con unas cinco mil personas censadas en la amplísima horquilla de edad que admite la prueba. Casi una de cada diez agarró el chándal o las mallas y se subió a uno de los seis autobuses fletados por el Ayuntamiento, encantado con la difusión de hábitos saludables entre una franja de la población que, en gran medida, vivía de espaldas al deporte.

El grupo del Olympo de As Pontes volvió a abusar como el club más numeroso con representación en los Cantones. «Penso que o 60 % farían os cinco quilómetros correndo. Algunha do grupo das andainas arrancou a correr tamén o domingo pasado. E vén xente maior tamén e levamos algunhas señoras de máis de 80 anos». La mayoría repetirá el próximo año. «A organización leva moitos anos facendo a carreira e saben como divertir á xente. Alí moitas perden a vergoña con todo o que hai montado», añade la líder del grupo de divertidas gacelas, liebres y tortugas de As Pontes, el pueblo que se echó a correr.